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Un video viral que desató la indignación de más de uno en las redes sociales muestra el espeluznante momento en el que Aisaret Noichaiboon cometió una artera falta que no solo le costó la tarjeta roja directa sino quedarse sin equipo. El ahora exjugador del Bangkok F.C. de la tercera división de Tailandia agredió de una forma tan salvaje a su rival que el club terminó su contrato ni bien finalizó el partido.
De acuerdo a la edición de Estados Unidos de Yahoo! Sports, transcurría el minuto 95 del encuentro que Bangkok disputó el pasado 13 de marzo frente a la Universidad del Norte de Bangkok cuando el jugador de 23 años corrió para recoger el balón y efectuar un saque de banda; sin embargo, en su camino se cruzó con Supasan Ruangsuphanimit, quien le golpeó en el talón con el pie.
Noichaiboon, quien casi perdió el equilibrio por la acción, se dio rápidamente la vuelta y, pese a que Ruangsuphanimit levantó la mano para disculparse, el ahora exjugador del Bangkok F.C. lo encaró y sin previo aviso le propinó un brutal codazo de estilo Muay thai que lo dejó tendido sobre el campo de juego.
El árbitro no vaciló en mostrarle la tarjeta roja a Noichaiboon en el acto, mientras que Ruangsuphanimit quedó noqueado en el suelo y sus compañeros comenzaron a acercarse para ver si se encontraba bien. Posteriormente, el jugador fue llevado a un hospital cercano, donde recibió 24 puntos de sutura.
Poco después de la finalización del encuentro el Bangkok F.C. emitió un comunicado anunciando el despido de Aisaret Noichaiboon, señalando que tomaron “la determinación de no defender la acción” y expresar sus “condolencias por el incidente”, asegurando que harán todo lo posible para que “esto no vuelva a suceder”.
La Universidad del Norte de Bangkok publicó otro comunicado para informar sobre el estado de salud de Supasan Ruangsuphanimit, precisando que, tras someterlo a un examen físico en el Hospital Bangpakok-Rangsit 2, encontraron que “el área del labio superior tenía una herida grave” y el médico cosió “un total de 24 puntos para cubrir la herida”.
