Conocida por representar distopías cibernéticas, Black Mirror siempre se consolidó como una de las series más populares de la última década. Black Mirror desde sus inicios fue alabada por retratar una cruda imagen de la realidad, cuando cada día nuestra sociedad se distorsiona más y más gracias a las nuevas tecnologías, que avanzan más rápido que nuestro propio desarrollo. Con la sexta temporada, se ha decidido tomar la serie en una nueva dirección, enfocando en historias más ambientadas en el terror y lo paranormal que la ciencia ficción.
Esta temporada, compuesta solo por cinco episodios, decide ver desde otro punto de vista a la sociedad. En el primer episodio, “Joan Is Awful”; vemos una burla cínica de la misma plataforma de Netflix, en la que la trama gira alrededor de un perturbador programa que puede grabar tu vida y convertirlo en un emocionante drama de plataforma de streaming. En el segundo episodio, “Loch Henry”, exploran aún más la idea de comercializar trauma personal para el deleite del entretenimiento. En el tercer episodio, “Beyond the Sea” vemos cómo la soledad en el espacio puede llevar a una persona a cometer actos despreciables. Mientras que en los dos últimos episodios, la estructura de la serie cambia a enfocarse en elementos sobrenaturales y de terror en lugar de empacharnos con ciencia ficción.
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Parece que la serie todavía desea querer extender más historias, pero se nota que los escritores no han podido avanzar con tantas ideas sobre la modernización de la sociedad sin llegar a repetir guiones; por lo que esta temporada desearon decantarse por distintos géneros; como en un episodio intentar imitar una película de terror de los años 70. Aunque se aprecia el toque diferente que quieran añadir con otros géneros, tal vez el cambio es demasiado abrupto para poder apreciarlo en su totalidad. Aún así, desentona demasiado al comparar con las historias que estamos acostumbrados a ver de esta serie: es difícil pasar de críticas a Netflix a una trama donde un demonio pronostica el fin del mundo.
Aunque es entretenida, se siente que esta temporada le costó llegar a ideas más originales y creativas. Pero con el mundo cada día más y más pareciéndose a un episodio de la serie, no podemos culpar que la ficción no llegue a superar a la realidad. En un mundo ideal, estas ideas solo serían suposiciones y teorías.
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