Conoce la dimensión del descubrimiento del Perseverance en Marte

A principios de este año, el rover Perseverance de la NASA llegó a Marte, generando expectativa por lo que podría descubrirse en nuestro vecino planeta, pues trabajaría en una zona especial: el cráter Jezero, uno de los más importantes del planeta.

Tras apoyar en reparaciones y temas de vuelo del Ingenuity por unos meses, empezó la verdadera tarea del rover: encontrar indicios de que en Jezero hubo alguna vez agua.

Con ello, lo que parecía ser una teoría en obras de ciencia ficción terminó siendo una realidad, pues meses de trabajo después, el Perseverance halló reductos de lo que alguna vez fue un gran cuerpo de agua en Marte.

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“Los hallazgos se basan en imágenes detalladas que el rover proporcionó de pendientes largas y empinadas llamadas escarpes o escarpes en el delta, que se formaron a partir de la acumulación de sedimentos en la desembocadura de un antiguo río que hace mucho tiempo alimentaba el lago del cráter”, indicó la Agencia Espacial de Estados Unidos, en una publicación en la revista Science.

La existencia de rocas en la parte superior del cráter y un grano muy fino en la parte inferior del dela confirmarían la existencia de agua, al menos en esta zona del relieve marciano.

“Esta es la observación clave que nos permite confirmar de una vez por todas la presencia de un lago y delta de un río en Jezero. Obtener una mejor comprensión de la hidrología meses antes de nuestra llegada al delta dará grandes dividendos en el futuro”, afirmó Nicolas Mangold, científico de Perseverance.

El descubrimiento de agua nos permite ir más allá

La existencia de agua en Marte, al menos en su pasado, si bien es un descubrimiento que marca un hito en la historia, en nuestra historia, sería la piedra angular de otras teorías entorno al pasado del vecino planeta.

Otras teorías, que de confirmarse tal como se confirmó la existencia de agua en Marte, podrían demostrar, a la larga, la existencia de vida en un pasado remoto del planeta rojo: “Donde hubo agua seguramente hubo vida”, es el argumento que usan muchos científicos.

La vista de escarpes en la delta nos ofrece un gran valor al estudio del cráter, pues pueden ser muestra más detallada del pasado acuático de Marte, y por consecuencia, la posibilidad de la existencia de vida en el pasado, al menos de vida microbiana.

Así pues, el hallazgo de un pasado acuático en este planeta nos puede dar pistas de algo más grande, pero a la vez desconocido, de nuestro vecino espacial, pistas de un pasado con vida que marcaría, una vez más, la historia de la astronomía en nuestro planeta.

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