(Foto: Referencial/Pixabay)
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Conocer el tiempo de vida de un es bastante complicado debido a la gran cantidad de variables que existen en torno a la vida, sin embargo, con las es diferente, pues se conoce cuando van a morir casi por defecto: tras poner los huevos, se despedazan a sí mismas a mordiscos.

Para cuando los bebés pulpo han salido al mundo, la madre ya ha muerto después de un largo y doloroso proceso en el que se arrancan la piel y los tentáculos a mordiscos, algo que ha llamado poderosamente la atención de la comunidad científica.

Por ello, un equipo de investigadores de la Universidad de Chicago inició un estudio para determinar las razones de este comportamiento y podrían tener una respuesta para este dilema.

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Según el estudio publicado en el Current Biology, la clave podría estar en el metabolismo del colesterol, algo que normalmente está relacionado a la alimentación y sus efectos en la salud. Sin embargo, esta sustancia está relacionada a muchos más procesos.

Es necesario para la supervivencia de varios seres vivos, entre ellos los pulpos, pero en niveles adecuados, cuando el equilibrio se rompe, puede generar sustancias peligrosas con efectos muy perjudiciales, como el suicidio de las hembras pulpo.

Además. otro agente para este comportamiento es un órgano poco conocido de estos animales: la glándula óptica, un equivalente a la pituitaria, pero que luego del apareamiento, tiene un efecto peligroso sobre las hembras de pulpo.

¿Cómo se llegó a esta conclusión?

La glándula óptica de los pulpos se descubrió en el año 1977, entonces se pudo observar la gran cantidad de procesos que realiza o que está relacionado, uno de estos es el desarrollo sexual y el envejecimiento, tanto en los pulpos como en los calamares.

Lo que más llamó la atención es que cuando este órgano era extirpado, las hembras de pulpo ya no se suicidaban luego de aparearse, algo que hizo que se ponga en marcha un estudio en el año 2018, referido a la secuenciación del ARN de dos hembras de pulpo en distintas etapas de su declive.

Si te preguntas por qué el ARN y no el ADN, la razón es simple, lo que buscaban no era saber qué genes tienen, sino qué genes se utilizan. Todas las células de un animal tienen el mismo ADN. Sin embargo, cada una de ellas usará los genes que necesite para sus necesidades.

Esto puede variar según las circunstancias, algo que se conoce como expresión de los genes y para usarlos se deben traducir las proteínas que conforman el ADN, algo que solo se puede al leer el ARN, por lo que las secuencias de ADN que se van a expresar se transcriben a ARN.

En este caso, se revisó las células de la glándula óptica de las hembras de pulpo, en lo que se pudo ver que a medida que se acercaba la muerte, la actividad en genes que controlan las hormonas sexuales, similares a la insulina y metabolismo del colesterol, aumentaban significativamente.

Huevecillos de pulpo, mismos que se incuban durante al menos cuatro años. (Foto: Circo Viral)
Huevecillos de pulpo, mismos que se incuban durante al menos cuatro años. (Foto: Circo Viral)

Eso llevó a los científicos a continuar el camino, centrándose directamente en las moléculas secretadas en cada caso, eso es lo que nos lleva al tema del colesterol en estos animales.

En el caso de los seres humanos, el colesterol no solo es tóxico en cantidades elevadas, sino que ciertos trastornos genéticos asociados al aumento en el metabolismo del colesterol pueden provocar una gran cantidad de efectos secundarios y síntomas, como las autolesiones repetitivas.

Al ver el papel del metabolismo del colesterol en esta glándula óptica de las hembras de los pulpos, entendieron que quizá esta era la clave de la autodestrucción de estos animales.

Efectivamente, se observó que luego del apareamiento, la secreción de hormonas sexuales, similares a la insulina y precursores del colesterol, aumenta, algo que termina siendo tóxico en los pulpos de igual forma que con los humanos.

Esto no responde a la pregunta de por qué las hembras de pulpo llegan a autoeliminarse, pero da luces sobre el proceso o parte de ello que deriva en esta acción destructiva. Aún se necesitan más estudios para revelar las verdaderas razones tras este acto de suicidio, pero ya tenemos algunas variables clave en este proceso.

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