“El objetivo final de Copenhagen Suborbitals es lanzar a un humano a un viaje suborbital al espacio”. Esta es la presentación de un grupo de 50 aficionados a los cohetes daneses para su proyecto ‘Spica’, que pretende desafiar a los vuelos tripulados Blue Origin y Virgin Galactic.
Esto lo vienen haciendo construyendo un cohete sin ayuda de profesionales aeroepaciales, con lo cual pretenden lanzar a un astronauta al espacio.
La realización de ete proyecto es sumamente complicado, así lo asume Mads Stenfatt, uno de los miembros de la asociación Copenhagen Suborbitals al medio Futurism.
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“Hacemos esto porque es complicado. Una vez que estás en esto, empiezas a darte cuenta de que la parte divertida no es llegar a la meta. La parte divertida es trabajar constantemente en desafíos que son tan ridículamente difíciles”.
El cohete ‘Spica’, homonimo al proyecto, es diseñado y construido por este grupo de aficionados, con lo cual pretenden enviar a un humano al espacio, tal como Richard Branson a bordo de la nave SpaceShipTwo de Virgin Galatic.
¿La diferencia? Los encargados de Spica no son profesionales del sector aeronáutico. Todos ellos tienen sus respectivos trabajos que tienen más o menos relación con ello, Stenfatt, por ejemplo, es gerente de precios, pero fue paracaidista.
No se dedican a esta profesión científica, pero aprenden sobre la marcha: “Desde el principio, ninguno de nosotros sabía cómo hacer cosas, así que alguien tenía que aprender”, destaca Stenfatt.
El proceso continúa avanzando pese a las disposiciones que se tomaron a causa de la pandemia de COVID-19 en Dinamarca y el mundo en general. Por el momento, ya cuentan con los tanques de combustible, de oxígeno líquido y de alcohol, y aquellos voluntarios encargados del desarrollo del motor ya están fabricando los primeros componentes.
Sin embargo, el grupo se enfrenta a dos problemas específicos, la falta de mano de obra y la falta de recursos. En este último caso, Stenfatt cree que, en parte, no es algo preocupante. “Eso significa que tenemos que ser creativos en lo que compramos y cómo usamos lo que compramos”, destaca.
De tener éxito el proyecto, sería el primer cohete hecho por aficionados que lleve a un hombre al espacio y el tercer país en lograrlo. Sin embargo, ellos mismos aeguran que quizá Spica pueda concluir de manera exitosa en 10 años.