Joaquín Galdós, un apasionado. (Foto: Javier Zapata/Perú21)
Joaquín Galdós, un apasionado. (Foto: Javier Zapata/Perú21)

Diez años en el toreo. Figura siempre y a pocas horas de una tarde de ensueño en , la plaza que lo vio crecer y permitió su romance con la tauromaquia. “Es la plaza más significativa de mi carrera. Allí soñé que quería ser torero”, se revela (Lima,1995). Galante, valiente, misterioso. Ilusionado, evidentemente. Mañana se medirá en un duelo junto a su paisano , su cómplice y otro estandarte de su generación, en un cara a cara que no pudo ser mejor elección para abrir la fiesta en Acho.

“He tenido varios triunfos. Fracasos, cornadas, pero aquí sigo, feliz de seguir disfrutando de mi profesión”. Galdós es ilusión, pero también respeto por el público peruano. Un torero que conversa mucho consigo mismo. “Acho significa mucha responsabilidad”, advierte el apasionado matador. “Espero corresponder a tanto cariño con mi entrega en el ruedo”.

Roca Rey y Galdós, dos abanderados en un mano a mano en la feria más importante de la América Taurina. Celebración imperdible en Acho.


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