El ubicuo Cuco Morales tiene una amplia trayectoria de exposiciones y muestras en ciudades como Bruselas y Bucarest. También en galerías en países como Francia, Estados Unidos, España, Ecuador y Marruecos. Y últimamente, Cuba. Su obra forma parte de la colección del Museo Central del BCR, Alianza Francesa, ICPNA, entre otras colecciones particulares. Sobre eso y su próxima muestra sobre la identidad peruana habló con Perú21.

¿En qué se parece esta exposición a la que hizo hace unos años en Miraflores, que abarcó gran parte de sus obras completas?

Esta exposición se debe a una invitación que me hace el embajador de Perú en Cuba para exponer en la galería Carmen Montilla. Es una galería estatal, antigua, que está en La Habana vieja, a tres cuadras del malecón. La muestra es parte de Resplandeciente: Pinturas 2004-2021, la muestra que expuse en Miraflores hace un par de años, además de otros cuadros que estuve haciendo bajo el mismo discurso: la meditación y la ecología. No lo hago de una manera dramática. Solo hago constar la belleza de la naturaleza y las cosas interesantes que nos puede brindar un paisaje. Esto a través de la meditación sobre el objeto.

¿Cómo fue su agenda en Cuba?

Llegué y estuve 15 días sin parar. Todos los días teníamos visitas a los museos. Además, los directores de los museos se entrevistaron conmigo y estuvieron preparando proyectos para poder hacer algunas cosas en el Perú. Va a haber una posible convocatoria para hacer proyectos de literatura, por ejemplo con poetas. Yo he viajado con mi curadora, que es Issela Ccoyllo, quien también es presidenta de la Asociación de Curadores del Perú.

¿Cuál es el rol de una curadora en un viaje como este?

¿Por qué viajar con una curadora? Muchas personas no conocen bien el trabajo de lo que es una curadora. Para empezar, una curadora no es solamente la que dice qué cuadros van y cómo se van a colgar. No es solamente eso. Una curadora investiga al artista, su trayectoria, qué es lo que ha hecho, dónde estudió, cómo empezó, qué muestras ha hecho, en qué lugar ha expuesto, de qué se trata su tema, de qué discursa un artista. Entonces, esto es muy importante porque a veces nosotros, los artistas plásticos, no tenemos digamos, no el léxico, porque el léxico existe. Pero no tenemos la soltura como para poder expresarnos sobre nuestra propia obra. Es importante que el público pueda llegar a la obra del artista de otra manera, a través de un curador que traduzca e interprete las imágenes, las ideas, el discurso. Entonces, esto crea una enorme situación para los críticos y el público.

¿Cuco no tiene soltura?

Para cualquier artista hablar de la propia obra es aburrido. A veces siento que tengo que combatir contra mi ego para hablar de mi trabajo. Siempre es mejor que una tercera persona esté en la obra. Y así uno tiene más herramientas a la hora de hablar con directores de museos y conocer artistas en otros países. Las entrevistas han sido constantes. Uno se va nutriendo y aprendiendo de la identidad de un país. Cuba no solo es la música, también es el arte que ellos tienen. Es importante el turismo cultural. Exponer allá ha sido como una aventura. Estuve gratamente sorprendido por los colores, el mar y la gente. Es una sociedad con muchas contradicciones. Pero el arte cura un país. Estoy trabajando eso para una próxima muestra que estará en tres países europeos. Algo sobre la identidad del Perú.

¿Cómo se forja la identidad peruana?

Siempre he tenido la oportunidad de vivir fuera muchos años. Estudié en varios sitios. Pero mi arraigo es acá. Siempre he podido regresar. Siempre he querido volver. Para mí, mi país es importantísimo. El Perú cuenta conmigo de una manera intensa y maravillosa. Yo sé que todos nosotros los peruanos tenemos una relación de amor-odio con el país. Pero siempre el amor triunfa porque el Perú te cautiva con sus paisajes, con la gente. Cuando estoy fuera quiero volver, y cuando estoy acá me quiero ir. A veces hay cosas difíciles, como en todo el mundo. Uno se convierte en ciudadano del mundo, pero nuestra identidad es peruana.

¿Y cómo se representa la identidad peruana? ¿Cómo se ve desde afuera?

Hay muchas cosas para ver y hablar sobre la representación del Perú, fuera que se venda o no se venda. Eso es lo que menos importa. El fin de las cosas, lo importante, es que el Perú esté representado tanto en ferias como en galerías y museos de todo el mundo. El arte salva un país. Los artistas peruanos que están saliendo son importantes. Sus discursos coinciden con temas de interés mundial, como la migración y la identidad.

¿Está en crisis la relación artista-galería? Internet cambió su industria.

Yo sí creo que hay una crisis en las galerías. No solo acá sino en todo el mundo. Yo me doy el lujo de no exponer en galerías, salvo las institucionales y los museos. No tengo mala onda con ellas, pero no soy un artista de galerías. Tienen un concepto interesante en el arte, porque comercian a los artistas y de alguna manera los vuelven más conocidos. Si un artista solo piensa en vender, se queda en esto. Pero la venta es el resultado del buen trabajo. La gente quiere tener la obra de un artista no porque se ponga de moda, sino porque el trabajo es bueno, porque discursa algo interesante que realmente conmueve no solo el espíritu sino también el cerebro. El arte confronta a la sociedad. La cultura y el arte evidencian a cada civilización. Tenemos maravillosos artistas en el Perú, maravillosas voces. Y deben ser escuchadas.

TAGS RELACIONADOS