Viajerazsa conoce más de 20 países y solo le falta visitar cuatro departamentos del Perú. (Foto: @photo.gec)
Viajerazsa conoce más de 20 países y solo le falta visitar cuatro departamentos del Perú. (Foto: @photo.gec)

Cada vez viaja con menos. Zapatillas, ropa, elementos de higiene, bloqueador, lentes de sol, una gorra y la computadora son lo que no debería faltar en la maleta. Pero, así vaya al invierno más crudo de , es imprescindible la ropa de baño. Siempre habrá un río, una laguna o aguas termales donde sumergirse.

Hace poco visitó la . “Un lugar muy, muy frío”, recuerda. Estaba a la orilla del río Baker, donde se forman lagunas naturales, de las aguas más cristalinas del mundo. Se quitó el chullo, las casacas y todo el abrigo que llevaba encima para lanzarse al agua. “Fue un golpe fortísimo, sentí que me iba a quedar sin aire”, dice, pero de eso se trata Viajerazsa, espacio en Instagram con contenido de viajes; se trata de aventura, fascinación y respeto por la naturaleza, ruta que empezó hace ocho años en el recordado programa de televisión Check In. Así, ya conoce más de 20 países y le faltan conocer cuatro departamentos del Perú.

Recibe mi llamada telefónica mientras alista su maleta. En tres días partirá a Barcelona. Su primer viaje del año. “Trato de hacer mi maleta con anticipación porque así veo si me falta algo, y tengo tiempo para solucionarlo”, me dice Zsa Zsa Frayssinet. Un viaje de placer y trabajo, aunque su trabajo es lo más parecido que existe al placer.

¿Un tip de viaje sería que debemos ser precavidos?

Sí, dentro de lo saludable (ríe). Tampoco ponerte muy ansioso. Si te falta algo, te arreglas con lo que tienes.

¿Eres ansiosa?

Estoy aprendiendo a ser menos ansiosa (ríe). Igual creo que la profesión te enseña. Me comparo con la Zsa Zsa que empezó a viajar y soy otra. Antes hacía mi maleta con una semana de anticipación. Ahora no, me relajo más. Es muy valioso viajar ligero, trato de no llevar nada que no vaya a necesitar.

Hay quienes en la maleta llevan algo que les trae suerte o una estampa religiosa. ¿Es tu caso?

Tengo un collar que me lo regaló mi prima y que es precioso porque lo mandó a hacer de manera especial para mí. Es una montaña de agua marina, porque me gusta el mar y la montaña. Y tiene una piedrita que es como el sol y otra piedrita que es la luna. Siento que, cuando me pongo ese collar, me protege y que todo saldrá bien. Y me acompaña siempre. Y en mi billetera tengo al Señor de los Milagros, porque eso me lo enseñó mi mamá. Yo soy atea, pero el Señor de los Milagros me parece una figura que representa mucho la fe de un pueblo, eso me emociona. Cuando lo he ido a ver, me emociona ver a tanta gente tan distinta unida deseándose el bien. Lo tomo como una expresión de amor, de bondad y es por eso que me gusta. Y tengo otra imagen del Señor... en mi mesa de noche, en la cocina. Pero, de hecho, no soy mucho de cosas; creo que el viajar ligera lo he adaptado a mi vida también. Cada vez uso menos cosas, cada vez necesito menos cosas y me compro menos cosas.

¿Por qué es necesario ir ligeros por la vida?

Porque no hay que amarrarse a nada. Creo que todo es volátil, todo evoluciona, somos seres cambiantes. Si no te aferras a nada, si no te obsesionas con nada y no crees que todo es absoluto, te la pasas mejor, es más rico, eres más libre.

MIRA: Rodolfo Carrión ‘Felpudini’: “La fama no me obnubiló; lo único que sé es que lo hice, me atreví”

¿Qué es lo más lejos que has viajado?

República Checa. Fueron dos aviones: uno a París y de ahí a Praga. Entre escalas y todo, tienen que haber sido más de 20 horas.

¿Valió la pena?

Completamente. Es un país precioso, arquitectónicamente es alucinante, lleno de castillos, una arquitectura con mucha historia.

¿Se parece en algo al Perú?

Tal vez en que toman bastante cerveza (ríe).

Ahora, viajar también puede ser visto como un riesgo. ¿Lo sientes así?

No me gusta pensar en viajar como un riesgo. Creería que quedarse en el mismo lugar es más riesgoso, porque no sales, no conoces, no creces, no evolucionas.

Más riesgoso es que no te pase nada.

De todas maneras. Por suerte nunca nos ha pasado algo feo. Todo es parte del viaje, ningún viaje es perfecto.

¿Cómo eras antes de viajar?

Comodona, engreída, pensaba mucho más todo. Si me decías “vámonos de viaje”, tenía que ver a dónde, qué voy a llevar, si nos dará el tiempo, si me gustará, quiénes irán, dónde nos vamos a quedar. Ahora decido más rápido según mi intuición. Ha cambiado mucho mi manera de pensar porque he conocido reservas naturales, he estado en mucho contacto con la naturaleza y eso también ha hecho que mis hábitos de consumo cambien un montón.

¿Llegaste a ejercer tu carrera como bailarina?

Terminé la carrera de bailarina profesional de danza contemporánea y el año que salí sí hice algunas funciones, pero justo terminando la carrera entré a viajar. Entré a un programa de televisión de viajes, el trabajo soñado. Pensé que iba a tener tiempo para bailar. Igual siempre bailo; cuando tengo tiempo libre, hago ballet porque me hace feliz. Para vivir como bailarín tienes que dedicarte al 100%, es una carrera súper exigente. Y me dediqué a otra de mis pasiones, viajar.

Tenías el referente de tu tía, . ¿No intentaste con la actuación?

Bailo desde chiquitita. Recién a los 15 años probé actuar, pero no me siento tan cómoda como bailando. La vida tiene planes para uno más allá de lo que uno quiera.

¿Ya planeaste el 2023?

Este año quiero conocer más reservas naturales del Perú, quiero volver al Manu. El año pasado hicimos un viaje grupal al Parque Nacional del Manu, nos fuimos con 12 pasajeros, con cocineros, guías, más de 20 personas. Encontré una rama más para hacer las cosas que me gustan. Compartir el amor y valor que tiene la naturaleza, la importancia de cuidar el medio ambiente me llena un montón.

Con todo lo visto y vivido, ¿es cierto que el Perú es una maravilla o somos unos exagerados?

Es totalmente cierto. Somos recontra afortunados. Tenemos de todo: montaña, selva, el mar híper rico. Lamentablemente, los vemos como recursos, como qué podemos sacar de ahí... Pero cuando entiendes sobre sostenibilidad... Por eso el Manu me cambió, porque uno no va y dice ‘a ver, qué árbol puedo talar’, sino que ves que viven un montón de monos, insectos, plantas y que hay que cuidar esos lugares.

¿Qué se aprende al viajar?

Mucho de ti, porque ya no estás en un lugar que puedes controlar tanto, aprendes que nada es absoluto, que las culturas son híper diferentes y todas valiosas, y que el mundo es muchísimo más grande de lo que creemos.

AUTOFICHA

  • A mis papás les gustaba el nombre Zsa Zsa, no por la actriz, sino porque habían escuchado el nombre. De hecho, mi papá solo quería poner Zsa y mi tía Yvonne Frayssinet le dijo ‘Zsa no es ningún nombre, tienes que ponerle Zsa, Zsa’”.
  • Tengo 34 años. Nací en Lima, en Jesús María. Acabé el colegio y estudié baile contemporáneo. Quería estudiar periodismo, pero mi mamá me hizo una pregunta: ‘¿Qué es lo que más te gusta en el mundo?’. Le dije que bailar”.
  • Mi mayor canal es Viajerazsa en Instagram y también estoy en Facebook. Y ahora los viajes grupales son una nueva ventana, que mezcla mostrar mis viajes y que me puedas acompañar. Y me ronda por la cabeza hacer algo por el medio ambiente, más social, ayudar”.
  • “Soy atea, pero el Señor de los Milagros es una figura que representa mucho la fe de un pueblo, eso me emociona”.

VIDEO RECOMENDADO

Felpudini