Francisca Aronsson es parte de la novela Pituca sin lucas. (Foto: Martin Pauca).
Francisca Aronsson es parte de la novela Pituca sin lucas. (Foto: Martin Pauca).

En medio de la selva de Bolivia eligió ser actriz. En Riberalta, a la que llama “minipueblito”, cerca de la frontera con Brasil. No había carros, ni cines, solo una heladería que abría los domingos. Tenía 6 años y estudiaba en un colegio de paja y madera. En sus tiempos libres, jugaba en el parque, comía helados y veía en un antiguo televisor. “¿Qué es esto de Al fondo hay sitio?”, le preguntó a su madre. Un año después se mudaron al Perú. “Quiero actuar en alguna novela”, dijo. Todo un año, todos los fines de semana, de manera intensiva, estudió actuación, hasta que llegaron los castings y nunca paró.

Francisca Aronsson tiene 17 años y acabó el colegio el año pasado. Es parte de la telenovela Pituca sin lucas que se transmite por Latina. También está en la película chilena Perra vida vía la plataforma Prime Video. Acaba de culminar en España las grabaciones de una popular serie original de Netflix. Y para noviembre regresa a Chile para su segundo filme.

En Sandared existe eso que llaman “la blanca Navidad”, entre renos, nieve, lobos y pinos muy altos. Su madre peruana dio a luz en Gotemburgo, a 60 minutos en auto de Sandared, poblada por casas grandes de madera y rústicas, que alojan a unas 4 mil personas. Francisca siempre vuelve a ese “pueblito”, como ella lo llama, alojado en Suecia, el país donde nació.

MIRA: Ely Yutronic: “Las mujeres tenemos que apoyarnos y respetarnos”

Tienes 17 años. Tu crecimiento es veloz. ¿Está bien?

Pues… Todo pasa por algo. Siempre estoy agradecida con todas las oportunidades que se han ido presentando en mi vida. No creo que sea mucho, porque si lo veo como demasiado, siento que estaría rechazando lo que el universo me está dando, y creo mucho en la energía. Yo creo que no es mucho (lo que me está pasando) sino lo que tiene que ser, y lo estoy tratando de llevar de la manera más consciente porque es mucha información para una chica joven.

¿Te sientes de 17?

No (baja la voz y lo dice con cierta timidez). Me siento como de 20 para arriba. Hay personas que me dicen “tú tienes 45, 23, 35″. Pero también porque desde muy pequeña antes de entrar al mundo de la actuación yo sí era una chica bastante avispada, bien madura.

¿A veces no te asusta todo esto?

Sí he tenido miedo y sí me he asustado, y probablemente sigo teniendo miedo.

¿Miedo a qué?

A lo que no pude haber vivido y cómo eso me puede repercutir en el futuro. El año pasado viví traumas y cosas que se han ido hirviendo en una olla de presión desde hace muchos años y que han salido a relucir. Pero es necesario pasar por esa experiencia de tener ansiedad, de tener que ver cómo subsistir sola. En México me pasó eso. Era mi primera vez viviendo sola y mis padres en España. Al segundo mes empecé a sentir la carencia de mi familia. Me daban ataques de ansiedad. Y eso me hizo crecer mucho como persona.

Francisca Aronsson es parte de la novela Pituca sin lucas. (Foto: Martin Pauca).
Francisca Aronsson es parte de la novela Pituca sin lucas. (Foto: Martin Pauca).

¿No has dudado de tu capacidad?

Tener miedo o tener nervios son mi impulso para poder dar el paso, para poder retarme como actriz y como persona. Si lo tuviera tan claro, no hay reto. Ni tuve ni tengo vergüenza. Cuando era niña hablaba, bailaba, me lanzaba a hacer cosas que otros compañeros decían que no. Sabía que tenía ese poder en mis manos.

Me atrevería a decir que naturalmente eres histriónica.

¡Sí! Y también porque lo he ido trabajando. Lo bueno es que soy un ser humano que se sabe adaptar a las circunstancias. Aunque al regresar a Perú para Pituca sin lucas hay cosas que me costó adaptarme, pero lo estoy logrando.

¿Ya te han dicho pituca?

Me lo dicen desde que soy niña (sonríe como resignada). No viajo tanto porque tengo padres que son millonarios ni porque soy millonaria sino porque estoy invirtiendo en mi carrera, e invierto sin saber si va a salir un proyecto o no. Cada vez que he tenido la posibilidad de conseguir un proyecto en México o España, he viajado y he pagado de mis ahorros. Yo me financio todo y mis padres también me ayudan.

La corrupción es un tema de fondo en Pituca sin lucas. ¿Qué opinas de lo que nos toca vivir?

Corrupción hay en todas partes.

En Suecia capaz no.

Sí la hay. Una cosa es si se da a conocer o no. En el Perú hay corruptos, y lo dejan notar, son torpes.

O conchudos.

Son superconchudos, no les importa. En Pituca sin lucas se deja ver los problemas que pasan en el Perú a través de varios personajes.

Pero tu papel de hija es como una suerte de llamado a la cordura.

Sí, soy la que calma las aguas, soy la pituca que no es pituca, la que piensa que el dinero no importa. Es un personaje muy bonito, concuerdo con muchas cosas que dice María Belén. Pero está la hermana mayor que es superpituca y muy tonta (ríe).

Francisca Aronsson es parte de la novela Pituca sin lucas. (Foto: Martin Pauca).
Francisca Aronsson es parte de la novela Pituca sin lucas. (Foto: Martin Pauca).

Si a los 17 estás logrando tanto, ¿qué más pasará en unos años?

Quiero ser productora ejecutiva. Es algo en lo que vengo trabajando desde hace un año. Ya he comenzado con el proceso de creación de proyectos. Quiero producir mis propios proyectos de películas, series. Y en un futuro me gustaría dirigir. Es más, me he ganado un par de pleitos con algunos directores porque me meto a dirigir los proyectos (risas).

¿Eres mandona?

Soy buena líder. Pero a veces tengo que guardar a esa buena líder (ríe), porque ahora mismo soy actriz, soy peón y no puedo estar diciendo cosas que no son mi trabajo... Vamos a ver qué pasa.

Por lo pronto, se viene la serie que grabaste para Netflix. ¿Cómo se llama?

Todavía no lo puedo decir.

¿En dónde es?

En Málaga, España. Ya con eso te he dicho muchísimo.

¿Eres la única peruana?

Tengo mi abuela que también es peruana. Se estrena a finales de año o principios del próximo. Es segunda temporada de una serie que ya fue exitosa mundialmente. Y dará mucho qué hablar mi personaje y mi participación, porque hago cosas que nunca en mi vida he hecho. Es principal causante de muchos conflictos.

Me dices que para noviembre vuelves a Chile para grabar otra película. Hay quienes se preguntarán cómo hace Francisca para estar en tantos lugares.

(Risas). Hay que invertir y no tener vergüenza. Ser caradura. Hay que buscar las oportunidades, porque ellas no llegan a ti, tienes que trabajar para que las oportunidades se presenten. Invertir en viajar, en ir a este evento, a esta charla, en meterte a un taller de un director interesante, que te conozcan, el networking es muy importante, ir y presentarte y hablar. Yo he hecho todo eso, y lo sigo haciendo y lo seguiré haciendo toda mi vida. Hay que tener valentía y confiar en tu producto. Es confianza, seguridad, autoestima, inversión, no tener vergüenza, tener un equipo y trabajar en el talento.

AUTOFICHA:

-“Soy Francisca Anette Aronsson Grande. Tengo 17 años. Nací en Suecia, adonde vuelvo casi todas las navidades para estar con mis abuelos, con mis tíos, con mis primos, con mis sobrinos y con todo el mundo. Allá es muy bonito”.

-“Acabé el colegio el año pasado. Estoy muy interesada en meterme a la universidad, me gustaría estudiar production entertainment, es una carrera que no hay en muchas universidades. O estudiar algo que esté relacionado con el arte”.

-“En Perú he estado en Al fondo hay sitio; Pituca sin lucas; Amor de madre; Ven, baila, quinceañera; Mis tres Marías; Te volveré a encontrar. Películas: Margarita, Cebiche de tiburón, Margarita 2, Reina sin corona y más; antes me acordaba de todo (risas)”.


Perú21 ePaper, y pruébalo gratis.

VIDEO RECOMENDADO:

Fernando Cillóniz sobre ELIMINACIÓN DE MOVIMIENTOS REGIONALES






TAGS RELACIONADOS