Los autores del libro 'Norah'. (Foto: Javier Zapata).
Los autores del libro 'Norah'. (Foto: Javier Zapata).

“Te van a llamar por teléfono, vas a un punto y esperas”, le dijeron. Llegó al punto acordado en Comas. Apareció un joven y le dijo: “Espere aquí, lo van a recoger”.

Una fuente de , que ha sido un mando, lo había invitado a un velatorio en Comas. Preguntó si podía ir con tres alumnos. Era profesor de periodismo de televisión en una universidad y ya escribía su reciente libro.

Los llevaron a una especie de galpón. Entraron y José se topó con una de las mayores sorpresas de su vida: había siete u ocho féretros ordenados y estaba la fuente que conocía, a quien todos lo saludaban con mucho respeto; en el público, unas seis o siete delegaciones de colegios, niños dando vivas y cánticos, jóvenes haciendo guardia de honor.

Le preguntó si eran cánticos senderistas. “Hermano, los únicos que no éramos senderistas, éramos nosotros”. Insisto: pero pueden ser cánticos revolucionarios, genéricos. “Llevo más de 30 años en esto. Y el 90% lo he dedicado a Sendero Luminoso y al MRTA. Y sé diferenciar cuándo es un cántico revolucionario y cuándo es un cántico partidario”, me responde sobre aquel día de 2016.

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En la marcha para llevar los féretros se dirigieron a un mausoleo. Y encontró a Zenón ‘Zorro’ Vargas, el otrora coordinador de Sendero Luminoso, quien fue detenido el mismo día que cayó Abimael Guzmán, en 1992, y que en 2015 quedó en libertad.

Y ‘Zorro’ fue el segundo al mando en el ataque a Ayrabamba, en los inicios del terrorismo, que fue dirigido por Augusta La Torre, hasta entonces la número 2 de Sendero Luminoso y la esposa de Guzmán. La camarada Norah.

La camarada Norah. (Foto: Walter Alejos).
La camarada Norah. (Foto: Walter Alejos).

Y ella es el personaje central en Norah. Sendero Luminoso y su secreto dentro del secreto. La misteriosa muerte de Augusta La Torre, esposa de Abimael Guzmán (Ediciones Altazor), libro que José Arrieta Matos y Víctor Tipe Sánchez publicaron este año. Narra la génesis de la relación entre Guzmán y Augusta hacia 1962, y la génesis de Sendero Luminoso en Ayacucho que se concretó en 1980. En el libro, sobre todo, se preguntan por qué Norah murió de un momento a otro a los 42 años. Investigación histórica que puede ser insumo para comprender el presente.

“Todo es cíclico, va a volver, porque las condiciones se están dando de nuevo. La guerra política nunca la hemos ganado. Nosotros nunca imaginamos que Sendero pondría un presidente. Y llegó Castillo. Con eso te he dicho todo”, advierte.

Arrieta, sobre el ‘Zorro’ en la actualidad, me dice: “Se presume que es uno de los miembros del nuevo comité central senderista”.

Abimael y Augusta se casan.
Abimael y Augusta se casan.

CRONISTAS EN EL TIEMPO

José Arrieta conoció a Sendero en el campo y en la ciudad. Era periodista de la Revista Sí y cubría todo lo que tenía que ver con terrorismo. En el año 89, hubo un ataque en las alturas de Huanta, Ayacucho, y él viajó a reportarlo. Por primera vez, conoció de cerca cómo un pueblo era aterrorizado. Pero antes casi lo vivió en carne propia. Vivía por la cuadra 29 de la avenida Brasil. Se produjo una explosión. Estaba amaneciendo. Apareció una unidad contra explosivos. Frente a la vivienda de su vecino había un montículo de piedras molidas y arena, donde sus dos hijas pequeñas jugaban a diario. Entre las piedras y la arena se hallaron dos granadas. “¿Imagínate qué hubiera pasado si mis hijas salían a jugar? Eso me marcó”, me dice Arrieta, quien formó parte del equipo de periodistas que destapó el caso La Cantuta en 1993.

A Víctor Tipe Sánchez le tocó ver las primeras pintas con el nombre de Sendero Luminoso en las paredes de la ciudad universitaria de San Marcos, en el año 79. Era un estudiante de Comunicación Social, que migró de Ayacucho a Lima. En su tierra natal, su familia estuvo a punto de perder su casa en Ocros, en el 81, a manos del terrorismo. Esa misma década, un primo materno fue asesinado por las Fuerzas Armadas en un toque de queda y Sendero incursionó otra vez en Ocros y tomó presos a familiares paternos; los asesinaron a todos.

Y ya como periodista, se salvó hasta en tres atentados en Lima. Uno en la Internacional Socialista en el hotel Crillón, en una explosión en la avenida Wilson y en un atentado a Palacio de Gobierno. Tipe ha publicado antes los libros Uchuraccay, el pueblo donde morían los que llegaban a pie y Abimael, la captura, y –junto a Arrieta – El Valle de la Muerte. Las masacres ocultas de Sendero Luminoso en el Vraem.

En el velorio de Norah.
En el velorio de Norah.

NORAH, ÁNGEL DE LA MUERTE

Tipe Sánchez pensó en algún momento que Augusta La Torre era un personaje secundario en la configuración de Sendero Luminoso. Pero no. “En Ayacucho era muy conocida por su belleza y porque se metió con fuerza a los movimientos de extrema izquierda. Participó en las revueltas estudiantiles de Huanta y Ayacucho de 1969″, explica.

Para el libro, Tipe conversó con un periodista ayacuchano que vivió plenamente esa época y fue amigo de La Torre, habían estudiado juntos en la universidad. “Ahí aparece el personaje”, me dice y agrega: “Este amigo me llega a decir que Sendero Luminoso era, en gran parte, por el esfuerzo y trabajo de ella”.

A la vez, contactó con una amiga que estuvo en la boda de Abimael y Augusta, y le dijo: “Yo llegué de casualidad, no sabía que ella se iba a casar”. Otro de los secretos de esa relación es el motivo del matrimonio, apenas al año siguiente de conocerse, cuando ella tenía 17 años y Abimael era un profesor que casi le doblaba la edad.

José Arrieta la describe como una mujer de mucho carácter y con una memoria prodigiosa, también como una persona culta y que podía ser muy dulce. “Para algunos era un ángel, pero con el tiempo esa mujer se convirtió en el ángel de la muerte”, señala. Ella venía de una familia comunista; precisamente, el padre congenió rápidamente con Guzmán. Pero su familia era del Partido Comunista pro-soviético. Cuando conoció a Guzmán, viró y Augusta se volvió pro-china.

Otro de los misterios, y el más importante, es la sorpresiva muerte de Norah. En el libro, se reconstruyen las últimas horas de Augusta La Torre. Era mando militar y no solo dirigía. Planificó los primeros atentados de Sendero; estuvo en Chuschi, en 1980.

¿Ese pasado se conecta con el presente? “Exactamente. No existe exsenderista. El que se mete ahí, se mete para toda la vida. Yo converso con ellos y lo toman como un proceso histórico, natural”, dice Tipe y agrega: “El grave problema que tiene Sendero es ¿quién es el heredero de Guzmán?”.

Norah, el libro.
Norah, el libro.

DE TERROR

Una de las presentaciones de Norah, el libro, fue en Ayacucho, hasta donde viajó Arrieta. Ese día en la Plaza de Armas de Huamanga sucedió algo increíble. Cuando hablaba sobre el libro, una niña de unos 13 años levantó la mano y pidió la palabra: “Yo estoy de acuerdo con las ideas de Abimael Guzmán. Pero me gustaría que usted me expliqué en qué se equivocó”. José pensó que había escuchado mal. Pidió que le repitan la pregunta. Estaba pasmado y ella, serena. Hubo una segunda pregunta. “Abimael Guzmán decía que el Congreso era una farsa, creo que tenía razón. ¿Qué opina usted?”. Y en el público nadie se erizó con las preguntas, era una escena cotidiana.

Cuando acabó el conversatorio, se acercó para que le firme el libro. Le preguntó a nombre de quién. No respondió. Otras personas también se acercaron para que les firme el libro y nadie daba su nombre.

Ese día, por la noche, entre escritores y periodistas lo conversaron. “¿Qué pasó?”. “En los colegios están”, le decían. José les dijo por qué no lo denuncian. Y se tropezó con una respuesta que ya había vivido en la década del ochenta: por miedo.

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