Manuel Burga, historiador: “Para construir una nación se necesita que nos miremos y nos encontremos como peruanos”. (FOTO: GEC)
Manuel Burga, historiador: “Para construir una nación se necesita que nos miremos y nos encontremos como peruanos”. (FOTO: GEC)

Don supo a qué se dedicaría por el resto de su vida desde muy temprana edad. Aún estaba en el colegio Nuestra Señora de Guadalupe cuando un profesor suyo, el historiador Jorge Dulanto Pinillos, o precisamente uno de sus libros, titulado Nicolás de Piérola (1947), le mostró –o le reveló– el camino. Qué mejor estímulo para un joven que ya soñaba con recorrer los pasillos de la Universidad Mayor de San Marcos mientras no dejaba de pensar al Perú.

Más de medio siglo después el historiador lo sigue haciendo. Y ahora al ímpetu lo acompaña una experiencia y reconocimiento labrado entre aulas y libros. Don Manuel nunca dejó de ser optimista con su país, pero tampoco dejó de hacerse preguntas para tratar de entenderlo. Hoy sus interrogantes son el punto de partida de la colección Nueva Historia del Perú Republicano, un esfuerzo monumental de la Derrama Magisterial, aunque, sobre todo, una oportunidad para aprender –como don Manuel– a pensar al Perú.

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El título de la colección resulta potente por el adjetivo ‘nuevo’. ¿La colección es una reescritura de lo que nos han enseñado?

Sí, es una nueva historia del Perú republicano, porque tiene muchos elementos propios que no se han dado antes. Si se mira las distintas historias del Perú republicano, encuentras una en el siglo XIX y luego en 1939, que se publica la historia de la República de Jorge Basadre, que culmina en años posteriores (…). Luego se ha hecho una serie de intentos pequeños. . Pero aquí hay un grupo de 11 historiadores e historiadoras que nos hemos reunido invitados por Derrama Magisterial y hemos trabajado durante varios años.

Se trata de un esfuerzo monumental.

Ninguna universidad o institución, ni el Ministerio de Cultura ha tenido esta idea de reunir a once personas durante varios años para que escriban una nueva historia de la república, una historia que corresponda a las necesidades del presente. El Perú tiene muchas angustias. ¿Por qué no estamos mejor?, ¿por qué siguen las diferencias entre zonas urbanas y rurales?, ¿por qué se eligió a Pedro Castillo? Posiblemente ni los autores mismos van a dar unas respuestas, si no van a invitar a la reflexión.

¿Cómo se conformó el equipo?

Somos once personas de tres generaciones diferentes que nos reunimos a discutir los problemas de la historia del Perú. Probablemente la gran pregunta que subyace a la colección es: ¿de qué manera el orden republicano construyó la nación peruana? ¿De qué manera este orden republicano, este orden administrativo que es la república que por todas partes está presente a través del Estado, creó la nación peruana? Es que la nación peruana no estaba creada en 1821, ahí lo que se crea es el estado, que iba a ser objeto de disputas, de apropiaciones. Pero lo que el Estado tenía como encargo fundamental era construir la nación peruana, la que integran todos los peruanos.

-¿Somos ya una república?

No hay que confundir república con nación. El orden republicano es el orden administrativo, político, constitucional, etc. Esa es la república que se independizó en 1821, pero lo que está adentro es la nación, el conjunto de ciudadanos. Y los ciudadanos peruanos hemos logrado dar los pasos que dieron los ciudadanos franceses después de la revolución de 1789. Y eso es lo que está en progreso. No le podemos pedir a la república muchas cosas. Siempre podríamos pedir reformas, pero lo que el sistema republicano hace es construir la nación. Y para construir una nación se necesita que nos miremos y nos encontremos como peruanos y no como diferentes. Pero eso está también en construcción en muchos países de América Latina.


-¿Qué más nos falta?

Una conciencia clara, sistemática de la importancia de construir la nación peruana, entendiendo la nación como lo entiende Benedict Anderson, como una especie de “sociedad imaginada”, donde todos lo que están dentro se imaginan que son peruanos. Creo que ese camino se está recorriendo; el Perú ahora es más intercultural. Ya no hay esta idea del Perú criollo o mestizo. Ahora hay esta propuesta, la del Perú multicultural. Como lo soñaron muchos.


-¿Por qué es necesario como país revisar nuestra historia?

El hecho de que sepamos que antes de nosotros hemos tenido un largo recorrido y que en ese recorrido hubo periodos, personas, circunstancias, nos otorga una identidad. En segundo lugar, esa reflexión sobre la historia nos permite conocer cuánto en ese proceso se realizó y cuánto no, cuántas fueron promesas realizadas y promesas incumplidas. No se trata de intentar balances, sino mostrar los acontecimientos.


-Como usted menciona, hubo varias promesas incumplidas.

Por ejemplo, ¿por qué no tuvimos un mejor manejo de la riqueza del guano?, ¿por qué perdimos la guerra del salitre?, ¿por qué recién en la Constitución de 1920 se reconoce la ciudadanía de las poblaciones indígenas? (…). Si me preguntan si el Perú ha ganado, pues yo creo que mucho, pero hay muchas promesas que no se cumplieron. Por ejemplo, el Perú tiene ahora problemas de corrupción tan grandes como en la época del guano (…). Bueno, entonces el Perú es una selección de capas, de éxitos y fracasos, que nos deben enseñar a ser más inteligentes en la gestión pública.


-¿Y qué debemos atesorar?

Me quedo con uno de los grandes éxitos: que el Perú formal se ha encontrado más con el Perú real. Y yo creo que muchas regiones que se sentían lejos se sienten ahora un poco más cerca. Y eso lo debemos admitir (…)  Por ejemplo, muy poco se sabe que después de la Independencia, en 1825 hubo una rebelión monarquista en Huanta, Ayacucho. Un gran sector de la población todavía quería un rey y no quería a los criollos (…) Entonces la idea era construir una sociedad, una nación a través del ejercicio del Estado republicano para todos. Eso es muy interesante y muchos de los dirigentes políticos no entienden mucho detalles de la historia del Perú y es una oportunidad para reeducar a la ciudadanía peruana.


-¿El bicentenario nos encontró con una idea de retroceso?

A diferencia del centenario de 1921, en el gobierno de Augusto B. Leguía, llamado el gobierno de la Patria Nueva (por oposición a la ‘Patria Vieja’ oligárquica), ahora no tenemos esa patria nueva tan visible, sino tenemos una suerte de ‘república empresarial’. Ha habido toda esta prédica de que el emprendedurismo va a salvar al país. Sobre esa idea, lo que me parece interesante es que los educadores la conocemos desde siempre. La intervención de las personas es muy importante en el desarrollo de un país. Yo creo que en el Perú la historia la hacen los que la sufren, más que los que la gozan (…). Ahora me da la impresión de que muchos de los que hacen la historia comienzan a aparecer por todas partes y a veces no bien formados. Entonces preguntémonos: ¿qué es lo que está sucediendo ahora, ¿qué ha pasado con el sistema educativo en el país?, ¿por qué esta conciencia de atraso?, ¿por qué esta desilusión?


-Don Manuel, mucho se habla de que somos un pueblo que olvida pronto. ¿Resulta así?

Felizmente que olvidamos, oiga, porque el ejercicio de la memoria es bien importante. Cuando uno recuerda algo, es porque le interesa recordarlo, ¿no? Sé que toda memoria es una memoria interesada, al igual que el olvido, que también es interesado. Hay cosas que olvidamos en la historia del Perú para no andar con esa carga tan fuerte que podría paralizarnos. Yo creo que cuando los peruanos asuman en su memoria, la memoria de los hechos transcurridos y la memoria de los hechos concretados y cumplidos, pues puede haber una perspectiva diferente hacia el futuro, una perspectiva donde el compromiso colectivo sea importante. Un país de todos, para todos, pero que se construye con el esfuerzo de todos.

-Pero a veces se prefiere olvidar a pedir perdón.

Cierto y también hay el negacionismo. Hay algunos grupos radicales que siguen insistiendo sin reconocer por dónde va el mundo en el siglo XXI (…) Yo creo que ahora más bien estamos recordando muchas cosas. Hay una nueva bibliografía, hay jóvenes historiadores que se alejan de los dogmatismos y comienzan a hacer un nuevo tipo de historia en función de preguntas del presente: ¿cuánto hemos avanzado?, ¿somos todos ciudadanos del Perú?, ¿el Perú es este conglomerado actual de regiones y culturas? Bueno, ese es el camino para entender mejor lo que es nuestro país. Personalmente me gustaría que la colección despierte un cariño mayor por el país.


-Veo que usted tiene una visión bastante optimista del Perú.

Sí, porque veo muchos actos de fraternidad en los peruanos. Yo creo que la fraternidad se puso a prueba con esa pandemia y también con muchos de los que han sido afectados por la violencia entre el 80 y 2000. Ese cariño fraterno tenemos que sacarlo de los ámbitos familiares y trasladarlo a los ámbitos ciudadanos. Que los peruanos sean fraternos unos con otros y que estemos orgullosos de nuestro país.

-Me gustaría conocer su opinión sobre la polarización en la que vivimos, no solo en el país sino también sobre la región. ¿Es algo nuevo o recurrente?

Es algo recurrente, correspondiendo a cada período su polarización propia. Recuerda que después del asesinato de Francisco Pizarro el Perú de los conquistadores estaba dividido entre almagristas y pizarristas. Después, con la rebelión de Tupac Amaru el Perú indígena estaba dividido entre tupamaristas y los otros. Y luego, los partidarios de San Martín y los de Bolívar. Y así sucesivamente. Lo mismo en la Guerra con Chile. En muchos casos la confrontación lleva al magnicidio. Por ejemplo, en 1932 durante el enfrentamiento entre el Apra y los sanchezcerristas, se dio la muerte de Sánchez Cerro. Entonces cada vez que ha habido magnicidio la causalidad profunda ha sido la polarización y la falta de educación democrática. Cuando digo educación democrática hay que entender que el país hay un sistema de elección de autoridades y hay que respetarlo, y si no lo hacemos estamos en el camino equivocado. La polarización ha aparecido con fuerza en los últimos años. Desde el 2016 hasta la actualidad se ha vuelto casi incontrolable porque muchas sociedad civil participa. Me parece momentos de delirio de la sociedad peruana. Creo que más bien mi esperanza está en el compromiso y la educación democrática.

AUTOFICHA

- “Soy Manuel Burga Díaz (La Libertad, 1942). Soy historiador peruano por la UNMSM. Me he dedicado a la docencia y la investigación la mayor parte de mi vida, aunque también he ejercido cargos directivos en diversas universidades. En la actualidad, me desempeño como director del Lugar de la Memoria (LUM).


-“Soy coordinador del Comité Editorial y autor del tomo 4 de la Colección Nueva Historia del Perú Republicano. El núcleo central lo conformamos Carlos Contreras, María Emma Mannareli y Claudia Rosas”.


- “Como núcleo comenzamos a diseñar el proyecto de la colección. Primero invitamos a mucha gente para que realicen una suerte de consultorías académicas y después invitamos a los autores que aparecen allí. Todos residen en el Perú. La colección se puede conseguir en quioscos y librerías”.


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