Natalia Málaga contó detalles desconocidos de su vida a Perú21. (Foto: Latina)
Natalia Málaga contó detalles desconocidos de su vida a Perú21. (Foto: Latina)

Es una de las deportistas más emblemáticas del Perú. Hace unas semanas, mostró una faceta desconocida en la cocina en El gran chef: famosos, y hace unos días estuvo en el ojo de la tormenta por una supuesta relación con la cantante criolla Eva Ayllón. Se trata de Natalia Málaga, quien se muestra por encima de los dimes y diretes y responde frontalmente a este rumor.

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¿Qué tal fue la experiencia en El gran chef?

Superdivertida, linda. Fue una experiencia superchévere conocer gente, aprender de los chefs. Tampoco es que no sepa cocinar, no soy una inútil, sé hacerlo si me dices cómo, pero era poco tiempo y había mucha presión. Me he vacilado. Hice amistad con gente que jamás pensé que iba a conocer como Milett Figueroa o Andrés Vílchez y Miguel Vergara.

Lamentablemente, primero se le pasó un pedazo de plástico y luego un mondadiente...

Sí, el primero fue de la crema de leche que puse y el mondadiente fue porque no conté cuántos estaba poniendo porque Peláez estuvo hablando y me distrajo. También se me quedó un pelito en el choro. Pero me he divertido y me he ‘picado’ también porque el sabor estaba bien, pero no me parece que te digan pésimo por un palo que lo puedes sacar. ¿Quién se va a comer un palo o un plástico si le toca en la comida? Fue mala suerte.

Muchos cuestionan su forma de ser, de gritar o lanzar lisuras.

Son mis reacciones naturales. Si lo dicen por el programa, bueno, es un sitio a donde nos estamos yendo a divertir. Yo no tengo filtro. Si se me cae algo, digo: “ay, carajo, se me cayó”. Obviamente, hay muchos que se cuidan por las cámaras, pero bueno, pues, para eso existe el pitito, es una competencia y yo no voy a ponerme tacos ni uñas postizas para cocinar.

¿Considera que los peruanos somos muy sensibles y nos escandalizamos si vemos a alguien muy directo o muy abierto?

Mira, te lo digo sinceramente, no me interesa si se escandalizan o no porque hay peores cosas en la calle que decir un carajo o mierda. Disculpa que te lo diga, pero hay peores cosas y no se escandalizan ni se horrorizan con eso, por favor, que no sean tan idiotas. Que no sean tan cucufatos, porque vemos y escuchamos peores cosas que este tipo de lisuras. Mucha gente las dice, pero se quieren hacer los delicaditos, pero a mí no me van a decir cómo me tengo que comportar. Hay que sabernos aceptar, yo no voy a dejar de ser yo porque hay gente que está mirando a través de la pantalla y se vaya a horrorizar.

Siempre hay gente criticando todo...

Sí, y me llega. Yo tengo tantos enemigos que les da envidia que yo brille y ellos no. Siempre van a joder con algo para bajarte porque no lo logran, mala suerte para ellos.

Ha tenido una carrera exitosa en el vóley, obtuvo una medalla olímpica en Seúl y en los Juegos Olímpicos Juveniles de Singapur en 2012, ¿cómo vivió aquella época?

Me preparé mucho para eso. He aprendido de mis rivales, de mis entrenadores, de mis compañeras, de jugadoras de otros países. Siempre he querido lograr mis objetivos, en el deporte, en mi casa, con mis amistades. Se sacrifica mucho por el deporte. Ninguna de ese grupo exitoso que hubo en el vóleibol tiró la toalla.

¿Sintió frustración al entrenar a un grupo que tal vez no era tan disciplinado como el de Seúl?

No sentí frustración, más bien sentí mucho más incentivo de tenerlas que voltear, como tiene que ser el deporte para poder triunfar. Si yo tengo la responsabilidad de un grupo y tengo que dar resultados, debo exigirles más hasta lograrlo. Por eso, yo era fuerte y me decían de todo, hasta abusadora. A mí también me humillaron, y también abusaron del pelotazo como castigo. Me castigaban dejándome sin entrenar, en cambio, las de ahora están felices con eso. Mira dónde está el vóley ahorita, esa es la mala preparación y la mala crianza. Yo les hacía lavar su ropa y ordenar su habitación. Las formé. Era un grupo de 12 chicas lindas, educadas, maduras y responsables. No fuimos campeonas mundiales por mala suerte, pero esa hubiera sido la satisfacción más grande del mundo.

¿Cree que el deporte, especialmente el vóley, actualmente está en crisis?

Total, con esos dirigentes que no tienen la más mínima idea. Falta una limpieza total a la casa.

¿Quisiera volver como entrenadora o dirigente?

Lo guardo para mí, el día que se presente se verá. No lo descarto, pero te aseguro que si vuelvo, eso va a voltearse, íntegro. Para eso se debe trabajar con gente que quiera lo mismo y que no viva del vóley, sino para el vóley.

Si no hubiera sido voleybolista, ¿qué le hubiera gustado ser?

Nunca lo he pensado, siempre me ha gustado el deporte. Creo que tenista. También he jugado frontón, he practicado equitación y he competido. Además, me encantan los animales, pero creo que no hubiese estudiado veterinaria.

¿Tiene muchos animales?

Sí, ahora tengo perro, gato, hurón, loro. Hasta he tenido caballos, ahora solo tengo uno. También tuve un mono chiquito. He rescatado animalitos de la calle, me gusta tenerlos sanos, que no sufran, son como hijos, parte de la familia.


AUTOFICHA:

•“Mi nombre es Natalia María Málaga Dibós. Nací en Lima el 26 de enero de 1964. Tengo una hija. Además, soy nieta del exalcalde de Lima Eduardo Dibós Dammert, y tataranieta de Juana Alarco Espinoza de Dammert”.

•“Practico equitación. He tenido tres caballos, pero ahora solo me queda uno. He ganado concursos y he ganado medallas en este deporte, como escarapela azul y escarapela roja. También ocupé dos veces el primer puesto del ranking nacional”.

•“Es importante la disciplina tanto en el deporte como en todos los ámbitos. Nunca me retiré del vóley. Mi último equipo como profesional fue en 2003, pero luego fui entrenadora. Actualmente, tengo mi academia”.


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