En junio de cada año, los habitantes de cuatro poblados del se reúnen para mantener viva una tradición milenaria que se realiza desde el tiempo de los incas. Se trata de desmantelar un puente viejo y construirlo nuevamente en tres días, usando un material común en la zona: la q’oya ichu.

Las comunidades de Huinchiri, Cahupibanda, Choccayhua y Quehue, que conviven a más de 3,500 m.s.n.m., se congregan para trenzar esta planta y así crear el puente incaico Q’eswachaka.

Esta importante construcción comparte el nombre con el libro que fue presentado por BanBif y que narra la historia y el proceso por el que pasan los pobladores para construir el puente cada año.

DETRÁS DE LA HAZAÑA
Q’eswachaka. Tejiendo puentes cuenta con los textos e investigación de Carmen Arróspide, presidenta del Patronato de Cultura Machupicchu y con las fotografías del periodista Luis Miranda.

“Se trata de captar a quienes están detrás de tremenda hazaña, como, por ejemplo, a Víctor Arizapana, el constructor o ingeniero inca, quien es encargado de dirigir la misión”, explica Miranda.

La gerente de Relaciones Institucionales y responsabilidad social del BanBif, Corina Tudela, explicó que este libro es solo una parte del proyecto que se viene realizando desde hace diez años para resaltar el atractivo turístico de la zona.

La publicación comparte la herencia cultural de varios pueblos cusqueños. Se trata de un puente que, más que unir dos zonas, une la tradición incaica con nuestro presente.

Datos:
- En 2013, la Unesco inscribió en su lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad al puente inca Q’eswachaka.
- Como parte de la presentación del libro, la reconocida chef Arlette Eulert sirvió una cena cuyo menú se basó en los alimentos de la zona.