'Sarita Colonia: la tregua moral' será presentada en el Festival de Cine de Lima el 8 y 10 de agosto.
'Sarita Colonia: la tregua moral' será presentada en el Festival de Cine de Lima el 8 y 10 de agosto.

Redacción PERÚ21

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Vemos su postal en billeteras, en stickers pegados en combis, camiones y buses y, en muchas ocasiones, hemos visto a personas encomendar su destino a Sara Colonia Zambrano, más conocida en Perú como Sarita Colonia.

Es particular que cuando uno acude a su mausoleo en el cementerio Baquíjano Carrillo, los actos de devoción a ella son de amistad y compartir. Se abandona así toda rivalidad, odio y prejuicio. Ahí se reúnen delincuentes, prostitutas, travestis, homosexuales y todos aquellos que no encuentran e la Iglesia formal un lugar donde puedan desarrollar la espiritualidad.

La historia de la popular santa peruana y la veneración hacia ella es tratada en Sarita Colonia: la tregua moral, un documental dirigido por Javier Ponce Gambirazio.

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El filme desarrolla una investigación sobra las razones que llevan a que el culto a Sarita Colonia predomine en delincuentes, travestis y homosexuales, y por qué no ha sido aceptada por la Iglesia Católica.

El filme será presentado en el 20° Festival de Cine Latinoamericano de Lima el próximo 8 de agosto a las 4:30 p.m. en la Sala Roja. Luego se efectuará un conversatorio entre los realizadores del documental.

El documental será también presentado el miércoles 10 de agosto a las 8:30 p.m. en la Sala Armando Robles Godoy.

DATOS

  • Sara Colonia Zambrano nació el 1 de marzo de 1914 en Huaraz. Durante su niñez, migra hacia Lima en búsqueda de un mejor porvenir.
  • Muere el 20 de diciembre de 1940 a los 26 años.
  • En fiestas por su nacimiento y muerte, los devotos que han recibido alguna gracia o milagro, celebran lo solidaria que era y llevan comida para compartirla entre los asistentes.
  • Los seguidores señalan que concede milagros que son cuestionados por la fe católica, como por ejemplo, que un robo sea exitoso, que la Polícia no los atrape, que tengan mejor puntería para asesinar a un enemigo y que los clientes de prostitutas no las maten.