Sonia Seminario: “Extraño ir al Café Haití, mirar a la gente y tomar mi pisco sour”. (La teatrera)
Sonia Seminario: “Extraño ir al Café Haití, mirar a la gente y tomar mi pisco sour”. (La teatrera)

Sonia Seminario lanza su advertencia al primer segundo. “No quisiera quitarme la edad, pero siempre me pierdo con las fechas”. La octogenaria mujer suelta esas palabras con una sobredosis de encanto para excusarse de brindar años exactos al narrar sus aventuras. Imposible reprocharle. En un par de años cumplirá siete décadas entre los escenarios y por lo tanto también se ha convertido en un álbum vivo de personajes y escenas. Su memoria atesora parte de la historia de la televisión, cine y teatro peruano, industrias que ella misma ayudó a construir con su talento y permanente sonrisa.

Debutó a los 15 años, a solo pocas semanas de que su curiosidad la llevara a la Escuela Nacional de Arte Escénico (Ahora ENSAD). Y su debut no pudo ser más prodigioso. Ocurrió en Bolivia a donde la escuela había llegado como parte de una invitación. Sonia recuerda que interpretó a una pequeña que lograba conseguir todo repitiendo la dulce frase “qué bello es usted”. Ya ha pasado mucho de aquel día, pero en sus ojos todo parece que ocurriera ayer.

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Y Sonia no para. La actriz, que ha llegado a Netflix con El último bastión y ha participado en otras producciones nacionales como Eva del Edén (televisión), La Cisura de Silvio (teatro), Las mejores familias (cine), solo por nombrar antojadizamente a algunas, ahora suma un personaje más a su álbum de memorias: Clementina, una pícara abuelita experta en manipular a su familia. La podemos ver en la comedia costumbrista Tu madre, la Concho, que acaba de estrenarse en el Nuevo Teatro Julieta de Miraflores.


-Doña Sonia, a usted que lleva casi 70 años en los escenarios, ¿qué la sigue empujando a subirse nuevamente a uno?

Actuar es mi profesión, es mi vocación. Es como el escritor que sigue escribiendo hasta sus últimos días o el pianista que sigue tocando su piano en todo momento.


-Tras el estreno de la obra, ¿qué ha sentido al ver nuevamente al público al frente suyo?

Mucha emoción. No había caído en la cuenta de lo mucho que extrañaba esa sensación.


-¿Cómo sobrellevó estos duros meses de pandemia?

No he tenido miedo. Creo que una pandemia es como estar enfermos, una plaga, pero para eso están las vacunas… No he estado desesperada, ni mucho menos. La he pasado tranquila, en mi casa haciendo un montón de cosas. He leído mucho, pero sobre todo me he dedicado a ordenar mis fotos, tanto del teatro como de mi familia.


-Un álbum de por sí extenso.

Muy, muy extenso.


-Doña Sonia, usted ha mencionado que llegó al teatro por casualidad.

Sí, yo había terminado el colegio e iba a estudiar Derecho en la universidad, aunque luego terminé estudiando Literatura. Pero quería estudiar algo más y vi un anuncio en el diario que decía ‘Clases de teatro en ENAE’. Fui al teatro La Cabaña a ver cómo era eso. Y me quedé.

Sonia junto al elenco de 'Tu madre. la Concho'.
Sonia junto al elenco de 'Tu madre. la Concho'.


-Eran mediados del siglo pasado y no había mucho espacio para las actrices. ¿Encontró oposición en la familia?

Era mi decisión. Después ya le conté a mis padres y ellos felizmente siempre tuvieron una mente muy abierta, eran muy liberales, y nunca me reprocharon. Al contrario, estuvieron felices.


-¿Y tuvo tiempo de volver a la Literatura?

A mi me gusta mucho leer. Últimamente no estoy leyendo mucho porque con los ensayos he estado muy atareada, pero le cuento que durante la época del terrorismo, como no hubo teatro, yo comencé a dar clases de Literatura en el colegio Reina de los Ángeles. Tuve alumnas de tercero, cuarto y quinto de secundaria y fue una experiencia estupenda, muy linda. Algunas de ellas fueron Karina Calmet, Pamela Vértiz, Jackie Banchero… Enseñé por casi diez años.


-Cine, televisión o teatro. ¿En donde es más feliz?

Sinceramente he disfrutado mucho en los tres. Lo mío es la actuación y creo que he tenido la suerte de que siempre me hayan llamado para proyectos interesantes. Por otro lado, yo disfruto mucho la comedia, me divierte hacer reír. No soy alegre todo el tiempo, pero siempre estoy de buen humor.


-¿Alguna vez se ha querido despojar pronto de un personaje que ha interpretado?

Todos los personajes que he hecho me han gustado, a todos los he querido. No me quedo con uno y siempre digo que estoy lista para el próximo. Yo leo varias veces a mis personajes. Me los imagino y después converso con el director para que me brinde indicaciones. Creo que he tenido mucha suerte con los directores. Siempre me he llevado bien y me han tocado talentosos como Ricardo Roca Rey, Reynaldo D’amore, Óscar Carrillo, entre otros…


-Pero siempre hay personajes que nos provocan nostalgia.

Ana Frank fue un personaje que me marcó mucho porque estaba muy jovencita, quizás tenía 22 o 23 años y aún estábamos cerca del final de la II Guerra Mundial. Fue una hermosa obra. Otro personaje que recuerdo con cariño estuvo en La Cisura de Silvio. Interpreté a la abuela Aurora. Fue un personaje hermoso que creó Víctor Falcón para mí.


-Doña Sonia, ¿hay algún secreto para haber logrado mantenerse en el más alto nivel durante todos estos años?

Tener amor por lo que uno hace. Para mi actuar nunca fue un sacrificio, siempre lo disfruté.


-¿Hay algo que la enorgullece?

Que la gente me reconozca y se acuerde de mí. Que me felicite, eso es maravilloso. Yo quisiera que me recuerden como una buena actriz, alguien que siempre cumplió y quiso dar siempre lo mejor para el público.


¿Qué volverá a hacer cuando podamos salir con mayor libertad a las calles?

Extraño el ir al Café Haití en Miraflores. A sentarme, mirar a la gente pasar y tomar mi pisco sour. Me encanta mirar a la gente. Siempre uno ve personas raras, un poco extrañas, pero simpáticas… Creo que la capacidad de observación nos haría mejores personas.


AUTOFICHA

“Soy Sonia Seminario y tengo 88 años de edad y 68 de vida artística. Mi padre fue peruano y mi madre, chilena. Tengo dos hijas mujeres, Beatriz y Jimena, y tres nietos, Sebastián, Marco Paulo y Joaquín. He participado en decenas de producciones en televisión, cine y teatro”.

“Debuté en el teatro a los 15 años con la obra El Apolo de Bellac. La actuación me ha dado innumerables amistades como Carlos Gassols, Óscar Carrillo, Eduardo Adrianzén y muchos otros nombres más. Pero desgraciadamente mis dos amigas, Hertha Cárdenas y Saby Kamalich, ya no están conmigo.


“Con Lilia Nieto protagonizamos la obra Tu madre, la Concho en el Nuevo Teatro Julieta de Miraflores. Estamos todos los sábados y domingos a las 8 de la noche hasta el 17 de octubre. Interpreto a Clementina, una abuelita que es muy hábil para manipular a su familia”.


DATO

‘Tu madre, la Concho’ es escrita por Ángelo Condemarín y dirigida por Paola Vicente Chocano. Retrata con humor a la madre peruana y latinoamericana