Mills es el hombre detrás de algunas de las grandes figuras del atletismo mundial. (AP)
Mills es el hombre detrás de algunas de las grandes figuras del atletismo mundial. (AP)

Redacción PERÚ21

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Todos las miradas, los focos y los objetivos estarán centrados sobre ellos el domingo, pero detrás de y , los dos grandes favoritos al oro olímpico en los 100 metros planos, se esconde una figura casi totémica: el entrenador .

El técnico jamaicano es el líder del , el grupo de entrenamiento en el que se forman actualmente los mejores sprinters del planeta. Su palabra es ley entre las decenas de jóvenes que esperan volar en los grandes escenarios del atletismo, incluidos los propios Bolt y Blake.

Solo ese respeto reverencial que los corredores sienten por el hombre de 62 años, soltero, reservado, de voz profunda y discurso pausado, puede mantener unidos a las dos figuras sin que salten chispas. "Yo no tengo ningún problema con que entrenen juntos. Y Usain y Yohan tampoco lo tienen", señala Mills.

Por la mañana, por la tarde o en sesión doble, los dos astros jamaicanos siguen compartiendo prácticas en Londres, al igual que lo hacen sobre la pista azul de la Universidad de West Indies Mona, en Kingston. "Sí, absolutamente, siempre que su entrenador se lo diga", aseguran en el entorno de Blake.

Bolt, de 25 años, y Blake, de 22, insisten en que son amigos. Pero el sueño del 'Rayo' está amenazado por su compatriota, el hombre más rápido del año.

Mills debe gestionar la convivencia. Y quizá también estimular la competencia. Cuando Bolt batió el récord mundial por primera vez hace cuatro años en Nueva York, el técnico reveló que el atleta no tenía la misma idea que él del trabajo duro. Un año después, estableció en Berlín la actual plusmarca (9,58) después de comer aquel día nuggets de pollo.

El entrenador consiguió ahora que el fenómeno cuidara más su dieta, aunque quizá también ayudó tener cada día a su lado a Blake, que en las pruebas jamaiquinas lo venció tanto en los 100 como en los 200 metros. "Yo quiero a los dos atletas", aseguró Mills al diario británico . Ni una palabra en favor de ninguno de los dos sprinters, ni una palabra fuera de tono.

Su estilo es otro. Los atletas hablan de una figura "paterna", pero sus sesiones de entrenamiento son temibles. "Son demasiado duras", confesó en 2011 el hondureño Rolando Palacios tras su primer año en el Racers Track Club. En 2007, Bolt insistió durante meses para que le dejara correr los 100 metros, pero Mills sólo accedió a cambio de que batiera el récord nacional de los 200.

"No me importa si estoy en una habitación y nadie nota que estoy ahí", aseguró el entrenador, que no tiene ni un ápice del gusto por el show de su pupilo más famoso. Mills entendió pronto en el instituto de secundaria de Camperdown que él nunca destacaría sobre la pista, así que a los 14 años empezó a colaborar con el entrenador de la escuela. Cuando se graduó, se quedó allí como miembro del staff técnico.

El instituto llegó a ser conocido como la "factoría del sprint". Decenas de sus velocistas nutrían el equipo nacional, por lo que el fichaje de Mills por la Asociación Jamaicana de Atletismo (JAAA) a mediados de los 70 fue sólo un paso natural. Allí llegó a ser el entrenador jefe del equipo nacional, hasta que en 2009 dejó el puesto después de 22 años, 71 medallas en campeonatos mundiales y 33 olímpicas. No parece que vayan a ser las últimas.