Spartak de Moscú fue expulsado de la Europa League. (Foto: Twitter)
Spartak de Moscú fue expulsado de la Europa League. (Foto: Twitter)

El mundo del deporte le ha dado la espalda a en los últimos días. A raíz de la invasión rusa a , el y otras disciplinas han tomado cartas en el asunto dentro de sus propias posibilidades, como suspender a los distintos deportistas de las competiciones que se llevan a cabo este año.

Sin duda, la sanción más grande la dieron las principales autoridades del balompié europeo. La UEFA fue la primera en dar un paso adelante y, un día después de iniciado el conflicto armado, cambió de sede de la final la Champions League, que estaba prevista para el 28 de mayo en San Petersburgo. Ahora se jugará en París.

Tras ello, la FIFA optó por suspender a Rusia de todas las competiciones internacionales, dejándola fuera del repechaje para el Mundial de Qatar 2022. Como se sabe, los rusos iban a medirse contra Polonia a fin de mes y, de ganar la serie, enfrentarían al vencedor del duelo entre Suecia y República Checa por un cupo a la Copa del Mundo.

A nivel de clubes, el castigo no fue menor y la UEFA sacó de la Europa League al Spartak de Moscú, que debía jugar en octavos de final al Leipzig la próxima semana. La misma medida se aplicó para la Champions League, aunque aquí ya no había equipos rusos en la competición.

Asimismo, diversos clubes también optaron por rescindir contratos con sus principales patrocinadores. Por ejemplo, Schalke 04 rompió su vínculo con la empresa rusa Gazprom, que estaba vigente hasta 2025, sin importarle la pérdida de 9 millones de euros anuales que sufrirá el club. Incluso, la compañía de gas rusa también dejó de ser patrocinadora de la UEFA en todas sus competiciones.

Lo mismo ocurrió con Adidas, reconocida marca mundial, que rompió todo tipo de relación con la Federación Rusa de Fútbol y con los clubes rusos a los que patrocina.

Sin Euroliga y cambio de sede

Pero las sanciones no solo han tenido lugar en el fútbol, también se aplicaron a otros deportes. Tales son los casos del básquet y la Fórmula 1. En el primero, la Euroliga expulsó de la competición a los equipos rusos, tras una reunión de la Junta Directiva de Accionistas. Clubes como CSKA de Moscú, UNICS Kazán y Zenit de San Petersburgo fueron informados de su exclusión hasta nuevo aviso. Además, el Lokomotiv Jubán fue sacado de la Eurocup y la Euroliga canceló cualquier tipo de relación comercial con el VTB Bank ruso.

En tanto, algunos jugadores han tomado sus propias decisiones y han abandonado sus clubes, como es el caso del georgiano Toko Shengelia, quien rompió de forma unilateral su contrato con CSKA. “No considero posible jugar para el club del Ejército ruso”, argumentó. Gabriel Lundberg, Johannes Voigtmann, Marius Grigonis, Joel Bolomboy y Daniel Hackett también abandonaron el club moscovita.

En cuanto a F1, la FIA (Federación Internacional del Automóvil) decidió cancelar el Gran Premio de Rusia, que debía correrse el 25 de setiembre en Sochi. Esta prueba forma parte del mundial de F1 y se trasladaría a Estambul, en Turquía, de manera que pueda garantizarse un mundial con 23 carreras en la temporada.

A diferencia del fútbol y el baloncesto, la FIA en un primer instante sí permitió la participación de pilotos rusos y bielorrusos; sin embargo, se les prohibió el uso de banderas y símbolos de sus países. No obstante, la escudería Haas decidió culminar el contrato de Nikita Mazepin debido al conflicto bélico.

Bajo la misma línea

En el tenis, la situación es similar. La Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) suspendió el Challenger de Moscú con la excusa de que no hay garantías para la seguridad, pero se mantienen la Copa Kremlim y el ATP 250 de Moscú. Eso sí, también se confirmó la exclusión de Rusia, con Daniil Medvedev a la cabeza, de la Copa Davis y la BJK Cup, donde es vigente campeona.

En vóley, la Federación Internacional de Voleibol (FIVB) sacó a Rusia de sus competiciones y comunicó a la federación de dicho país que la eliminaba como sede de dos rondas de la Liga de Naciones (VNL), que debían acoger los partidos de junio y julio.

En atletismo, la World Athletics apartó a Rusia y Bielorrusia de todos sus campeonatos. Como medida neutral, se había planteado que los deportistas compitiesen como ‘atletas sin bandera’, pero el organismo no dio su brazo a torcer. “Todos los atletas, personal de apoyo y oficiales de Rusia y Bielorrusia serán excluidos de todas las competiciones de la Serie Mundial de Atletismo con efecto inmediato”, se lee en un comunicado.