Johan Fano hizo justicia en el Monumental. (jhusel.com)
Johan Fano hizo justicia en el Monumental. (jhusel.com)

no merecía perder aquella noche en el Monumental. Con lágrimas en los ojos, millones de hinchas veíamos cómo nos arrebataba el partido en el minuto 88 tras el gol de Cambiasso. Creíamos que el empate era justo, pero no, mutis total en el estadio y 1-0 en el marcador.

Argentina la mecía de un lado para el otro, y cómo no lo iba a hacer, si tenía a Juan Román Riquelme entre sus 11 guerreros. El rostro de 'Chemo' del Solar y de cada uno de los convocados era demoledor. Jugamos como nunca, perdemos como siempre. 

Y de repente, un irreverente tuvo la osadía de desafiar al destino y tras un pase al medio campo a Rengifo, el lateral izquierdo se puso a galopar.

Bataglia nunca llegó a verle la cara al Vargas en todo el trayecto. Jaloneando y acompañándole el ritmo, el zaguero argentino quedó de lado luego que 6 de la blanquirroja se deshiciera de su presencia con un empujón.

Luego el tiempo se detuvo, y cual si fuera una película en cámara lenta, la esférica cruzaba toda el área hacia el corazón para besar la diestra de Johan Fano y permitirle a los hinchas vomitar toda la impotencia con el grito sagrado.

"Con los huevos de Vargas". La frase nunca será olvidada por cada uno de los peruanos que aquella noche brincó de su cama, sillón o desde la tribuna. Borrachos de euforia, el monumental se volvía una fiesta. El reloj marcaba más de 93 minutos y por todo el verde, el plantel de la corriendo como locos.

Si bien las estadísticas no son las más favorables ante Argentina, cada partido con la albiceleste nos ha regalado momentos inolvidables y todos esperamos que esta noche Ricardo Gareca y sus dirigidos nos permitan decir después de tantas lunas: "Perú clasificó al Mundial".