La NBA liberó el consumo de marihuana entre sus atletas según el nuevo convenio histórico (Foto: AFP)
La NBA liberó el consumo de marihuana entre sus atletas según el nuevo convenio histórico (Foto: AFP)

En un acuerdo histórico entre la Liga Estadounidense de Basket () y la Asociación de Jugadores Profesionales de Baloncesto (NBPA), el consumo de ya no será penalizado entre los atletas de la NBA ni será parte de la lista de sustancias prohibidas para los controles de antidopaje.

“Allí se rompió el estigma de que no podías jugar si tomabas. Es un momento en el que estás en paz con tu mente, con tu cuerpo, con tu alma. Y puedes salir allí fuera y solo jugar. Esto es lo que quieres”, confesó JR Smith, uno de los grandes promotores del convenio.

MIRA: ¡Ganó la ‘Academia’! Racing venció 2-1 a Huracán en la Liga Argentina con Paolo Guerrero

Vale informar que, entre los atletas de la NBA, es públicamente sabido qué jugadores consumen y quiénes no: “El 85% fuma marihuana y sigue buscando formas para consumirla. Mucha gente lo hace, hasta gente que no pensarías”, señalaba Kenyon Martin, otro promotor de su despenalización, en 2018.

“Si la amas, la amas. Si no lo haces, ni siquiera la probarás. La marihuana solo es marihuana, no hace daño a nadie. Ayuda y mejora las cosas. No es un debate”, mencionaba el mítico Kevin Durant hace algún tiempo en una ola creciente de apoyo para la liberación de la canabis en la NBA.

A falta de la publicación oficial de los detalles del histórico acuerdo, el nuevo convenio colectivo entre la NBA y la NBPA tendrá una duración de siete años y reemplazará al anterior donde, si un jugador daba positivo tres veces en el antidoping, recibía una suspensión de cinco partidos.

De esta forma, la NBA se convertirá en la primera Liga deportiva en todo Estados Unidos en despenalizar el consumo recreativo de marihuana entre sus atletas, a pesar de que en la Liga de Fútbol Americano (NFL) también se vive una fuerte presión interna para aceptar a la canabis.


VIDEO RECOMENDADO:


Fernando Silva sobre Caso Orellana