Para muchos, la mejor ‘U’ de los últimos años fue la de Chale en 2016 (Foto: U).
Para muchos, la mejor ‘U’ de los últimos años fue la de Chale en 2016 (Foto: U).

“He venido de jugar fútbol y estoy cansado”, le dice a su esposa cada vez que vuelve de sus diálisis junto a alguno de sus hijos, en un que arrastra desde 2017, pero que se agravó en 2020.

Esto se repite y repite todos los martes, jueves y sábados, cuando el que ya no es niño ni terrible es trasladado a una clínica para recibir su insufrible tratamiento de cuatro horas por sesión, que le ayuda a resistir el vivir sin un riñón.

MIRA: ¡Escándalo! Exárbitro denuncia arreglo de partidos en Liga 1: “Hay tarifas” (VIDEO)

Paciente terminal de la diabetes y con un estado actual que acumula diversos males que afectan su hemoglobina y, sobre todo, a sus vías respiratorias con intermitentes neumonías, el extécnico, futbolista y comentarista no se rinde.

“¿Cómo voy a dejar sola a mi Lucía? ¡Imposible!”, replica el ‘profe’ Chale cada vez que alguien le pregunta si aún tiene energías. “Es un guerrero. Y mi mamá es su vitamina”, me cuenta -orgulloso- su hijo Roberto.

Una reconocida clínica capitalina le arrebató su gloriosa diestra diciéndole que la operación para restaurar su fluido sanguíneo había sido un éxito, pero no. Mintió y agudizó el calvario del otrora mediocampista, pero no se llevó su amor.

El amor del ‘maestro’ por sus seres queridos y, sobre todo, por su amada ‘U’ nunca cambió, como cuando, en 2018, en plena lucha por la permanencia, renunció a cobrar su deuda por medio de la Agremiación para no restarle puntos y condenar al descenso a su amor.

“No le puedo hacer eso a mi club. Prefiero ir por la vía judicial que por la deportiva” fue la decisión que tomó el mundialista sin saber que, luego de seis años, ya no tendría las mismas fuerzas que en ese día.

El acuerdo solo fue por una fracción de su dita. No era lo que merecía, pero sí lo que urgía. Hospitalizaciones, medicinas, sondas, enfermeras y demás urgencias le restaron el énfasis a la discusión y se aceptó la conciliación.

“El seguro que le da el club no cubre la internación y, lamentablemente, lo poco que podíamos hacer los hijos para conseguir, por ejemplo, la insulina; no lo pudimos hacer más”, me confesó Alexandra, su tercera hija.

“¡Gringaaa!”, le grita el ‘profe’ cada vez que su memoria le permite reconocerla mientras la abraza y la besa. Padre cariñoso, esposo fiel y mejor amigo de leyendas como Cueto, Chumpitaz y el ‘Nene’ Cubillas.

Su condición, postrado y con poca voz, le limita el número de visitas, pero no lo aísla, como en el año pasado cuando celebró su cumpleaños rodeado de sus hermanos mundialistas o cuando recibió a las leyendas aliancistas o, recientemente, a la directiva crema.

Reconciliados, pero esperando el resultado de la colecta. El ‘Niño Terrible’ volvió a sentir gratitud de parte de la ‘U’, algo que hasta ahora no llega desde la Federación, donde también es ídolo, pero el actual presidente finge que se olvidó.

Una brevísima conversación que bien se podría resumir en un “hola, Robertito ¿cómo vas? ¡Fuerzas!”, y ya. Se acabó. Cero para la selección. Todo lo contrario a lo que Chale les dio, por ejemplo, cuando fue la figura peruana de la eliminación argentina de las Eliminatorias a México 70.

Crack por donde se le vea, hoy sufre más de la cuenta. Sus dolencias se llevaron todos sus ahorros al punto de poner su propia casa en venta, algo que aún no puede concretar por una más que curiosa respuesta de la Municipalidad de San Borja.

“Al lado hay un edificio de 10 pisos, pero a nosotros solo nos permiten hasta tres. Queremos venderla por lo que realmente cuesta, para que mis papás puedan comprar un depa y continuar su vida con esos nuevos ahorros”, reveló su hija.

Ojalá todos fueran como el ‘Puma’, que -hinchajes aparte- siempre que quiere ayudar a alguien, va en silencio y hacia adelante, como ahora que -junto al alcalde de San Martín de Porres- inaugurarán una loza deportiva con el nombre del ‘profe’.

Y la ayuda no solo será simbólica, sino también tangible con la donación de oxígeno, útiles de enfermería y un dinerito. “Todo suma”, celebra la familia. Y es verdad. “Si cada uno diera 1 sol, juntaríamos lo suficiente”, imaginó Robertito Jr.

“Mi padre todavía está vivo. Y se tiene que agradecer en vida todo lo que uno hizo por el club, por su país y por sus amigos. Él siempre ayudaba a todos los que le tocaban la puerta, inclusive, antes que a él mismo”, sentenció la ‘Gringa’.



Cuentas de Roberto Chale:

  • Número de cuenta Scotiabank de Roberto Chale Olarte: 870-116-6350.
  • Código de cuenta interbancario: 00-917-020-870-116-635-022.
  • Yape / Plin: 988925944.


Perú21 ePaper, y pruébalo gratis.


VIDEO RECOMENDADO:

Disfruta las sorpresas de la pastelería artesanal Fausta en Terraza21