Los economistas Diego Macera y Alfredo Thorne explican que la informalidad es “la otra pandemia”. Las microempresas  están absorbiendo las plazas de trabajo formal perdidas durante la crisis. (Foto: Anthony Niño de Guzmán/ GEC)
Los economistas Diego Macera y Alfredo Thorne explican que la informalidad es “la otra pandemia”. Las microempresas están absorbiendo las plazas de trabajo formal perdidas durante la crisis. (Foto: Anthony Niño de Guzmán/ GEC)

En el último trimestre del 2020, el segmento de los adecuadamente empleados registró una caída de 31.1%, equivalente a poco más de 1.03 millones de personas, reportó el INEI, en el Informe Técnico de Situación del Mercado Laboral en Lima Metropolitana.

A su vez, el segmento de (quienes no laboran el máximo de horas permitidas y perciben ingresos no competitivos) se incrementó en 21.4%, equivalente a más de 370,000 personas.

Estos dos indicadores, junto a otros más como la variación del tamaño de la Población Económicamente Activa (PEA), dan luces de que la informalidad laboral se incrementará sustancialmente.

“Un detalle que no se está mirando tanto es la tasa de la oferta laboral, que ha caído sustancialmente. Eso significa que hay un segmento que está desempleado y no busca reinsertarse. Esto, pese a que están en edad de trabajar”, agregó , exministro de Economía y Finanzas.

Thorne indicó que otra señal del incremento de la informalidad es que las plazas formales perdidas han sido absorbidas, en parte, por empresas que tienen entre uno y 10 trabajadores.

Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), explicó que en el mercado laboral se percibe un rebote desde junio del 2020, pero su ritmo es más lento que la producción nacional. Este avance, agregó, podría frenarse incluso con las nuevas restricciones establecidas para contener la segunda ola de contagios del .

“Hay varios problemas (sobre el mercado laboral). Una primera dimensión es la macroeconómica, pues a partir de que las familias no tienen el mismo poder adquisitivo se deprime la demanda. También está el factor social: si un mercado laboral se resiente también ocurre con la calidad de vida de las personas”, apuntó.

Los más afectados

Macera mencionó que uno de los sectores que tendrá mayor incidencia de la informalidad será servicios. Sin embargo, los de tipo financiero, por ejemplo, serían ajenos a este efecto.

Si bien otros rubros, como construcción, manufactura y minería, también tuvieron golpes fuertes por la ; a su vez, anotaron recuperaciones más rápidas, agregó.

A su turno, Thorne acotó que dentro del sector formal también se está observando un arrastre hacia plazas de menor calidad.

“Me da la impresión de que la informalidad dentro de la formalidad también ha crecido. Muchos contratos indeterminados los dieron por caducados, pero se volvió a contratar por plazos temporales. El porcentaje de este grupo ha aumentado y el ingreso promedio ha disminuido”, remarcó.

Macera apuntó que la informalidad debe acaparar los principales debates de campaña a fin de aplicar medidas que mitiguen su crecimiento. “No hay una varita mágica, pero la recuperación del empleo pasa por la promoción de la inversión privada”, dijo.

De acuerdo con Thorne, la del 2020 sería de 80% de la PEA, mientras que Macera considera que oscilará entre el 75% y 80%.

Tenga en cuenta

-Diego Macera explica que el incremento de la informalidad que se ha proyectado significará retroceder a niveles cercanos a los periodos de 2011 y 2012.

-Durante 2020, la Población Económicamente No Activa (NO PEA) en Lima Metropolitana se incrementó en 40.2%.