“El nuevo gobierno debe tener en cuenta que el mayor flagelo económico a la población más vulnerable es la inflación, por lo que se requerirá mantener cuentas ordenadas y austeras, es decir, no gastar más de lo que se tiene”. (Foto: Francisco Neyra/GEC)
“El nuevo gobierno debe tener en cuenta que el mayor flagelo económico a la población más vulnerable es la inflación, por lo que se requerirá mantener cuentas ordenadas y austeras, es decir, no gastar más de lo que se tiene”. (Foto: Francisco Neyra/GEC)

Qué duda cabe de que la economía de mercado es la forma más eficaz de crear valor y que no se puede repartir lo que no se tiene. El rol redistributivo del Estado es lo que ha venido fallando en el alivio de la pobreza. El sector privado generó empleo (formal e informal) y contribuyó a ensanchar las cuentas fiscales del Estado, que hoy suman más de US$70,000 millones. Recursos suficientes para cerrar la brecha de infraestructura en vivienda social, educación y salud.

El nuevo gobierno debe tener en cuenta que el mayor flagelo económico a la población más vulnerable es la inflación, por lo que se requerirá mantener cuentas ordenadas y austeras, es decir, no gastar más de lo que se tiene y generar divisas para procurar el ahorro interno. La función del BCR es fundamental para mantener la confianza del sector productivo y el Dr. Julio Velarde y su equipo han tenido una gestión excepcional en los últimos 15 años; ojalá siga ejerciendo el cargo independientemente del resultado electoral ya que su sola presencia inspira confianza. Aprovecho esta columna para agradecer al Dr. Velarde por su incansable labor.

El comercio exterior es también pieza fundamental para lograr el equilibrio fiscal y el superávit en la balanza de pagos, o sea, ahorros para el Perú. La agroexportación, la minería, pesca y productos manufacturados entre otros generan divisas (dólares), los que a su vez permiten comprar productos del exterior que nos permiten tener una mejor calidad de vida al alcance de la gran mayoría de peruanos, como alimentos, insumos, teléfonos celulares, radios, televisores, combustible, etc.

La agricultura no solo trae divisas, sino que en los últimos 20 años ha generado la formación de, por lo menos, cuatro mil empresas que han invertido no menos de US$20,000 millones, gran parte de los cuales provinieron de reinversión de utilidades. Estas inversiones han generado más de un millón de puestos de trabajo y la sola mención del término reforma agraria atenta contra esa población que hoy cuenta con trabajo formal con remuneración y trato digno. Hace bien el Dr. Francke en aclarar que esta nueva reforma agraria no se trata de destruir lo construido, sino de generar oportunidades a la pequeña agricultura. Haría bien en repetirlo hasta el cansancio, ya que el desafortunado título, más que provocador es confrontacional e impertinente, tomando en cuenta el rotundo fracaso en el experimento comunista que, usurpando la propiedad privada, empobreció al trabajador del campo.

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