El cantante británico Paul McCartney decidió dejar de fumar marihuana a sus casi 70 años, ya que tiene una hija de 8 años, producto de su relación con su exesposa Heather Mills, a la que debe criar.
"He consumido mucho y ya es suficiente", dijo el exBeatle en un extracto de la entrevista que concedió a la revista Rolling Stone.
"Cuando se cría a un niño en algún momento uno desarrolla un cierto sentido de la responsabilidad (…) Suficiente es suficiente", añadió.
Desde los años 60, McCartney no ha ocultado su fascinación por la marihuana, por la que fue detenido en varias oportunidades y hasta deportado de Japón en 1980.