Mathías Brivio conduce el programa de TV 'Más vale tarde'.
Mathías Brivio conduce el programa de TV 'Más vale tarde'.

Ella viajaba en tren. Ingresó a un túnel y, de pronto, cayó el bombardeo alemán sobre Génova. Los que entraron a ese túnel se salvaron. Afuera había muerte y destrucción. Era la Segunda Guerra Mundial. Era la abuela de .

Él regresó a . Pensó que su esposa ya había muerto. Ella también pensaba que su esposo había muerto. Pero se encontraron en una plaza. El hijo de ambos reconoció a su padre, a pesar de que la última vez que se vieron tenía tres años. “Papá, papá”, gritó. Ella se paró y reconoció a su esposo. Él vestía una casaca de Inglaterra, un gorro australiano. Cada prenda de distinto origen. “Era marino, llegaba de un campo de concentración”, dice Mathías sobre esta historia que parece arrancada de una película, pero que es la historia de cómo el apellido Brivio llegó al Perú.

Los abuelos de Mathías dejaron Europa y se asentaron en , donde un terreno del tamaño de Génova los esperaba. Su padre fue la primera generación que nació en el Perú.

“Son historias que merecen ser contadas”, me dice Brivio, quien pasó por las aulas de la Facultad de Historia, pero que eligió ser testigo de su tiempo, primero desde el periodismo, luego del lado del entretenimiento. Lleva 20 años en la televisión. Y ahora pretende volver a sus orígenes con el programa Más vale tarde, vía . Más vale tarde.

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-¿Para qué aspecto de tu vida dirías ‘más vale tarde’?

Para volver a empezar. Uno nunca deja de soñar. Yo trato de vivir el día a día, pero me gustaría algún día escribir un libro, por ejemplo.

-¿Sobre qué?

Siempre le doy vueltas al tema. Me gustaría contar la historia de mi familia, que es migrante italiana. Mi abuelo estuvo en la Segunda Guerra Mundial. Tengo varias historias que me han contado que creo que quedarían bonitas en un libro.

-Coincidentemente empezaste estudiando Historia.

Sí, estuve tres años en Historia de la Universidad de Lima. De ahí me cambié a Ciencias de la Comunicación.

-¿Y por qué elegiste estudiar Historia?

La verdad, siempre me gustó mucho la Historia. Era una carrera distinta, que yo creía que podía ir mucho con mi personalidad y lo que me gustaba. Pero, finalmente, cuando estuve en la universidad, tenía muchos amigos que estaban en Comunicación y veía que esa carrera era más acorde a mí. Y me pasé a Periodismo, pero en Historia hay una rama que es historia de lo inmediato, que es parecida al periodismo.

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-Estimo que también quisiste ser futbolista.

Futbolista y cantante son de las dos cosas que me hubiera gustado ser. Pero soy peor cantante que futbolista (ríe).

-El cantante y el futbolista terminan siendo figuras reconocidas. ¿El periodismo es un espacio en el que te sientes reconocido?

El periodismo ha hecho que esté cerca de esas personas, gozar un poco con ellos de esa fama, esa popularidad. He entrevistado a futbolistas y cantantes muy conocidos. Por lo demás, creo que en Perú la gente me conoce.

-Ahora, en el periodismo empezaste haciendo calle, llegaste a cubrir la Marcha de los Cuatro Suyos. ¿Por qué no te quedaste en ese campo?

Me tocó ello porque era lo que pasaba en el país y nadie podía ser ajeno. Empecé en el 99 siendo practicante haciendo policiales para el noticiero de América. Atropellos, incendios, accidentes. Pero opté por el otro lado de la noticia porque justamente me mantenía alejado de una etapa complicadísima para el país en cuanto a información: había cosas que se podían decir y otras que no, había cosas que tenías que decir y otras que no. Entonces, me fui por el lado donde puedo ser yo. Opté por un periodismo social, yo hacía muchos casos sociales. Pero el periodismo me dio poder estar en un crucero navegando por el Caribe un martes y el sábado estar en Condoroma.

-El entretenimiento tiene la fama de ser más fácil, que te otorga rápido reconocimiento y donde se puede ganar más. ¿Es así?

Son ideas preconcebidas. Nunca me sentí menos por hacer notas divertidas. Tampoco me sentí más por haber hecho notas sociales. Pero con Más vale tarde estoy volviendo al periodismo. Los últimos reportajes que hice fueron hace 10 años.

-¿Necesitabas volver a ese tipo de periodismo?

No sé si lo necesitaba, pero era lo que quería. Pasa el tiempo y uno quiere lograr cosas hacia una adultez. Ya tengo 44 años. Volver a mis orígenes me parece espectacular.

-¿Es cierto que eras muy tímido de adolescente?

Era muy tímido. No me desprendía de la pierna de mi mamá. No quería ir a los cumpleaños de mis amigos.

-¿Recuerdas algún episodio especial?

Les tenía mucho miedo a los payasos. Cuando me invitaban a los cumpleaños, escondía las tarjetas para que no lleguen a las manos de mi mamá. Las escondía cuando sabía que iba a haber payasos. Tampoco me gustaba socializar. Ya en secundaria la cosa cambió.

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-¿Y hoy, los 44 años son los nuevos 34?

Creo que naturalmente uno no quiere envejecer. Uno quiere mantenerse siempre joven, porque envejecer significa acercarnos un poco más a la muerte. Por eso nos queremos bajar una década y nos inventamos los nuevos 20, nuevos 30, nuevos 40. Pero me siento bien, súper vital, con mucha energía de hacer cosas y que estas dos décadas que tengo en la televisión se conviertan en dos décadas más.

-¿Te ha preocupado o te preocupa tratar de no ser parte de la denominada “televisión basura”?

Ese término no me gusta para ningún tipo de programa. Es un término bastante destructivo. La gente que califica así tiene que darse cuenta de que detrás de cada programa hay mucha gente trabajando y que mantiene a sus familias con esos programas. Lo que pasa es que las redes sociales le dan voz a todo el mundo y todo el mundo se cree dueño de la verdad. Twitter es una jungla. Puedes poner qué lindo está el día y te salen con “claro, para ti está lindo porque trabajas en televisión”. Hay que tomarlo con pinzas. Las críticas constructivas bienvenidas y cuando son con respeto. Las redes sociales no pueden ser dueñas de uno.

-¿Volverías a programas del corte de Esto es guerra?

En televisión nunca puedes decir nunca. No descarto absolutamente nada. Estoy enfocado en esta etapa y ojalá sea por muchos años.

-Vuelvo a la primera pregunta. ¿Qué te falta hacer que sea preferible que la hagas tarde que nunca?

Ser feliz. Es lo que trato de hacer en mi vida, para eso no hay tiempo ni momento. Mi familia me hace feliz, mis hijos. Mi vida es por ellos. Yo ya no vivo para mí, sino para ellos.

-En otra entrevista señalaste que tu sueño era tener un yate y una casa en el norte. ¿Ya lo lograste?

Por lo menos, ya tengo el terreno (risas).

AUTOFICHA:

- “Soy Mathías Enrique Brivio Grill. Mis abuelos eran italianos. Tengo dos tíos que nacieron en Italia, que ya fallecieron, y mi papá y un tío menor que nacieron en Lima. Mi mamá es brasilera, su papá vino a trabajar al Perú. Yo nací en Lima”.

- “En televisión he sido parte del noticiero de América Televisión, América hoy, Utilísima, Cuarto poder, Día D, Hola a todos, Esto es guerra, Minutos para ganar, La Máscara, Yo soy, entre otros. Deben de haber sido unos 12 a 13 programas en los que he participado”.

- “Para este 2021 quiero continuar con el programa de radio en Onda Cero, que se transmite de 9 a.m. a 11 a.m., que se llama Onda expansiva. Y quiero consolidar Más vale tarde, en Latina, que recién tiene un mes al aire. Va de lunes a viernes, después del noticiero 90 noche. Quiero seguir creciendo con el programa”.

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