En una esquina tranquila en el corazón de Miraflores se encuentra Festivo, un simpático restaurante de barrio de espíritu travieso y carta divertida desarrollada por el cocinero David Huamán bajo la dirección gastronómica de Renzo Miñán, dueño de Cumpa, Cumpita y Almacén, locales que rescatan el concepto de taberna, cebichería, huarique y rincón de culto sin ser ninguno de ellos en el sentido estricto del término.

Festivo sigue esa línea, aunque sea menos cebichería y más restaurante costeño con guiños a la cocina norteña (cuna de Miñán) tiene platos basados en productos de calidad, un tanto barrocos en su consecución, pero llenos de color y de sabor.

La apuesta por una cocina popular y cercana es el concepto que aglutina la carta, incluso la líquida.

Para empezar, la coctelería creativa desarrollada por el bartender Andy Valderrama gira en torno a bebidas sin alcohol y destilados hechos, en su mayoría, en el Perú: vodka elaborado con papas nativas de los Andes, whisky negro de maíz morado, gin de altura preparado con frutos tropicales, limoncello producido con caña y cítricos de los valles de Concepción y Yanatile en Cusco y por supuesto pisco en todas las variedades de uvas pisqueras. A estos destilados se suma la frescura de frutas de temporada como aguaymanto, chirimoya, sachaculantro, maíz morado, kion, coco, maracuyá, camu camu, flores. El resultado da una coctelería diferente, fresca, creativa y festiva.

En los entrantes brillan indudablemente los cebiches tanto el clásico como el bautizado como “misterioso y abusivo” porque efectivamente lleva pesca del día, calamares crocantes, choclo y camote en dos texturas, más cercano a un cebiche carretillero. La “manifestación de la causa” sigue una ruta parecida, aunque más desafiante con tartar de pescado acebichado, mariscos crocantes, crema de palta, galleta de pulpo y leche de tigre de rocoto. Abusivo. Los tamalitos norteños, uno verde con loche, el otro con seco de asado de tira, servidos sobre pancas de choclo al carbón son muy recomendables. En fondos ponen versiones personales de parihuela y jalea, también arroz con pato, carrillera de res y lomo saltado. Sin embargo, lo que se lleva las palmas de los comensales es el arroz con aromas de chupe y concolón.

La técnica depurada de Renzo está presente en cada plato, sea en la impecable chalaquita, muchas veces ninguneada, presente en varios platos, como los puntos de cocción del pescado y la suavidad de las carnes sometidas a largas horas de cocimiento a fuego lento.

No hay misterios en los postres: crema volteada, merengado de chirimoya y cheesecake de limón.

El local es muy agradable, con vajilla de cerámica artesanal especialmente creada para Festivo, lámparas y mesas de madera llana, piso de losetas coloridas y música salsera a volumen sensato que permite la conversación.


DATO

  • Dirección: San Fernando 320. Atención de martes a sába- do de 12 m. a 11 p.m. Domingos y feriados solo almuerzos. Lunes cerra- do. Reservas: 999700808. Ig: festivo.peru

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