"El VRAE no está controlado por el Estado. Kepashiato, Kimbiri y otras zonas aledañas constituyen una ruta clave para la salida de la droga. Allí no hay inteligencia", señaló el especialista en temas de terrorismo, Jaime Antezana, al hablar sobre el secuestro de 40 trabajadores de las empresas Construcciones Modulares y Skanska, contratistas del consorcio Camisea.
Antezana asegura que la incursión narcoterrorista en Kepashiato y Kiteni, poblados de la provincia de La Convención, fue liderada por Martín Quispe Palomino, 'Gabriel', uno de los tres mandos de una facción independiente y que actúa al margen del grupo principal de Sendero Luminoso, que alguna vez fue liderado por el capturado 'Artemio'.
"Se trata de un antiguo remanente de Sendero Luminoso que en 1999 se autonomizó y ahora tiene vida propia, independiente del senderismo histórico. Hablamos de una nueva organización", dijo en Buenos días, Perú. El investigador mencionó que se trata de un "senderismo modelo FARC" que necesita financiamiento en base al secuestro.
Antezana añadió que no se trata de un grupo ideologizado que busque continuar con el legado del PCP-SL, sino de una organización desde inicios del 2000 que se ha articulado al narcotráfico. "Narcoterrorismo en el VRAE se está 'farcarizando'", indicó.
"Quieren mostrarse ideológicos para demostrar que son parte de algo más grande, pero no lo son. Sus nuevos integrantes no están ideologizados", añadió y detalló que su finalidad principal es obtener dinero y material logístico, quizá porque una de sus fuentes de ingresos dejó de entregarles cupos.
De otro lado, Pedro Yaranga, otro especialista en terrorismo, considera que no es una facción aislada sino una que ha tenido perfil bajo hasta la captura de 'Artemio', ante lo cual se han visto obligados a reorganizarse. "Después de la captura hubo una reunión de la alta dirección y se ha constituido un comité central de emergencia, encabezado por 'José'", comentó.
