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El presidente del Consejo de Ministros, Óscar Valdés, reveló hoy que el Gobierno desea adquirir sistemas de identidad y de control de armas, como parte de las medidas para hacer frente al narcotráfico y otros delitos.
Indicó que se trata de los sistemas AFIS o Automated Fingerprint Identification System (Sistema Automático de Identificación de Huellas Digitales) y SAIB (Sistema Automatizado de Identificación Balística).
El AFIS es un método que permite, en solo 10 minutos, poder comparar una huella con todas las que se encuentran digitalizadas en la base de datos del Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec). Además, este sistema posee la capacidad de reconstruir y aclarar una muestra defectuosa.
Asimismo, facilita la identificación, tanto de personas fallecidas y extraviadas, cuya identidad se desconoce, así como de personas requeridas por la justicia, lo que facilita a las autoridades la labor de persecución criminal. No utiliza tinta y no mancha.
Valdés Dancuart también reveló que el Perú contará con un Sistema Automatizado de Identificación Balística (SAIB), con el que se podrá identificar armas de fuego utilizadas en un crimen, así como su propietario.
El sistema SAIB comprende la implementación de una gran base de datos digitalizada a través de la captura de imágenes de proyectiles disparados y casquillos percutidos experimentalmente, que permitirá conocer la arma de fuego que causó el disparo, a partir de los proyectiles y/o casquillos encontrados en una escena del crimen.
La cobertura de atención del sistema será a nivel nacional e incluirá la instalación de una estación central en Lima y una sede en Chiclayo (para el norte del país) y otra en Arequipa (para cobertura del sur).
Igualmente, permitirá compartir información con los SAIB de América Latina, Estados Unidos y Europa para combatir la criminalidad e incluso el comercio informal de armas.
El Ministerio del Interior precisó que este sistema estará implementado, como máximo, en cuatro meses, según un contrato suscrito entre dicho sector y la empresa Canadian Commercial Cooperation (CCC).
