Después de más de dos años, los payasos hospitalarios retomaron sus visitas nocturnas y vestidos con pijamas, sus narices rojas y alegría, llegaron hasta el Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja para sorprender a los niños y sacarles una sonrisa a los pacientes hospitalizados.
‘Retaka’, ‘Marita’, ‘Agustina’, ‘Ekatombe’, ‘Gigi’, ‘Gonta’, ‘Origami’, ‘Jirafa’, ‘Kalulo’ son algunos de los clowns que trajeron la medicina perfecta como es el amor, la sonrisa y los abrazos que los niños necesitan para ayudarles en su proceso de recuperación.
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En el marco de su política de humanización, el Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja, liderado por la Directora General, Zulema Tomás Gonzales, reabrió sus puertas a los voluntarios de Compañía Payasa, quienes visitaron los pabellones de Quemados, donde permanecen internados dieciséis menores y cardiovascular, donde se encuentran treinta y cinco pequeños con cardiopatías congénitas provenientes de las diversas regiones del país.
Cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad por la covid-19, los payasitos hospitalarios ingresaron a las habitaciones de los niños para conversar, reír, jugar y brindarles una palabra de aliento.
Stefani Sarmiento Jurado, coordinadora de Hospitalización Cardiovascular, dijo que los niños se mostraron felices con la visita de los payasitos y sin duda es la medicina que necesitan para ayudar en su proceso de recuperación, tras lo cual agradeció a los voluntarios que se dieron un tiempo para visitarlos.
Los clowns hospitalarios conformados por mujeres y hombres profesionales liderados por Cecilia Gadea, dejaron sus actividades a un lado para convertirse en esos ángeles que llevan alegría a los niños para que recuperen fuerzas, ilusión y esperanza en la vida.
Desde hace varios años, Compañía Payasa realiza la labor de llevar alegría a los niños hospitalizados del INSN San Borja, centro pediátrico de referencia nacional que atiende casos de alta complejidad y promueve la política de la humanización de la salud.