El sentimiento de culpa llevó a dos menores de edad a tomar una decisión equivocada: querer suicidarse por perder el celular de una amiga, quien les había prestado el teléfono móvil.
Ocurrió en La Oroya (Junín). Las dos menores, cegadas por un remordimiento absurdo, compraron productos tóxicos y los ingirieron. Producto de ello, sufrieron fuertes dolores estomacales y tuvieron que ser trasladadas a un hospital.
Según informó RPP, en el centro de salud los médicos las estabilizaron y aseguraron que estaban fuera de peligro; sin embargo, de no haber podido actuar a tiempo, hubiesen perdido la vida.