En 2022 se implementaron los biohuertos de los Comedores Cálidda 2.0, como parte de la repotenciación del programa.
En 2022 se implementaron los biohuertos de los Comedores Cálidda 2.0, como parte de la repotenciación del programa.

Mucho más que locales que contribuyen a combatir la inseguridad alimentaria en tiempos de crisis, los del Perú se han convertido en sus casi 50 años de existencia en lugares de gestión comunitaria que brindan apoyo económico y sostén emocional para cientos de miles de mujeres. El rol clave que desempeñan enfrenta múltiples desafíos.

Apuntando a ellos es que Cálidda, empresa concesionaria para la distribución de gas natural en Lima y Callao, reafirma su compromiso social con la generación de progreso y calidad de vida. En ese sentido, la urgente masificación del uso de energía limpia a bajo costo y eficiente en las cocinas del Perú dio lugar a la creación del programa Comedores Cálidda, un despliegue de esfuerzos que ha logrado la conexión gratuita a gas natural de casi 900 comedores populares en 26 distritos de Lima Metropolitana.

El comedor popular Manuel Scorza (El Agustino) inició acciones entre esteras y madera, diez años después fue construido con materiales nobles. Posteriormente, Cálidda le dio un nuevo brillo con los acabados y pintura del local.
El comedor popular Manuel Scorza (El Agustino) inició acciones entre esteras y madera, diez años después fue construido con materiales nobles. Posteriormente, Cálidda le dio un nuevo brillo con los acabados y pintura del local.


COBIJANDO ESPERANZAS


La primera conexión ocurrió en 2010, en San Juan de Lurigancho. Desde entonces se ha favorecido a más de 75 mil personas que diariamente se alimentan en estos centros vecinales. Un estudio previo determinó que un buen porcentaje de los comedores populares, además de utilizar balones de gas, cocinaban con leña o kerosene. La pregunta inmediata fue ¿por qué no proveerlos de gas natural y darles oportunidades para su desarrollo? El impacto de aquella idea ha superado las expectativas. Son las propias lideresas quienes se han convertido en las mejores voceras del programa. Ellas, como parte del grupo de interés prioritario han experimentado en carne propia los beneficios obtenidos.

En primer lugar, el ahorro de dinero por la compra de gas natural representa prácticamente la mitad del consumo mensual de gas licuado de petróleo. Diversos testimonios dan cuenta del consumo de entre dos y tres balones de gas doméstico a la semana, es decir, que al mes utilizaban entre 8 y 12 balones. Si actualmente cada balón cuesta un promedio de 50 soles, la suma total del mes, solo por este ítem, ascendería al menos a S/400 contra los S/200 o S/250 soles del recibo de Cálidda.

Una consecuencia de este ahorro de costos es que un mayor porcentaje de dinero puede ser destinado a mejorar el menú de los comensales y así combatir la anemia y desnutrición que muchos niños que acuden a los comedores sufren. Parte de lo ahorrado también se invierte en renovar los utensilios de cocina y limpieza, e incluso en la creación de pequeños emprendimientos que a su vez generan nuevos ingresos.

Por otro lado, la energía limpia produce una mayor eficiencia del calor a la hora de cocinar, propiciando un menor tiempo de cocción para los alimentos que redunda, nuevamente, en ahorro. Se sabe también que al ser un combustible amigable con el medioambiente, las personas que lo utilizan se exponen a un 40% menos de emisiones de compuestos químicos.

Sumado a ello, en Lima y Callao existen más de 1,700 comedores populares conectados de manera gratuita al gas natural. Una alegría que abriga el alma y contribuye al ahorro sustancial en estos espacios de ayuda solidaria.


DATOS

  • 1700 son los comedores populares de Lima y Callao conectados de manera gratuita a gas natural.
  • 75000 personas son las beneficiadas por este programa


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