Foto: Rafael Cornejo
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Redacción PERÚ21

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Patricia Kadenapkadena@peru21.com

fue, hace años, defensor de Antauro y de Ollanta Humala, pero hoy cree que el presidente se extralimitó con su hermano al tenerlo como un "preso itinerante".

Antauro Humala fue pasado de Piedras Gordas a Virgen de las Mercedes y, luego, . ¿Qué piensa de eso?Lo veo como un zigzag en la aplicación de la autoridad estatal. Si había un problema con él, era simplemente restringir su acceso a la prensa, pero no estar cambiándolo de celda ni de penal. Es una actitud anárquica, sin antecedentes.

En un caso de indisciplina, el problema no es el penal…Es un problema legal. Están creando normas especiales para permitir este tipo de traslados, y eso es inconstitucional, no es democrático. Lo que han debido hacer es evitar el acceso a la prensa, pero esto de cambiarlo de prisión y tenerlo como prisionero itinerante es inconcebible y no tiene antecedentes.

La justificación inicial para sacarlo de Piedras Gordas era que había un peligro respecto de su familia, aunque el padre y el hermano han dicho que de eso…No sabemos por qué existe ese peligro y, si existe, cómo varía eso cambiándolo de prisión cada semana. No hay una cosa lógica ahí.

Muchos políticos han señalado que se hizo bien en poner mano dura en este asunto.Bueno, esos políticos no saben lo que es una prisión. Ese hombre está en la cárcel, pero él considera que su movimiento fue político, un delito común; que él, personalmente, no ha matado a nadie. En consecuencia, eso de tenerlo en prisión y con estos traslados es un desmadre del orden jurídico democrático.

¿Y le parece correcto que se haya trasladado a a Piedras Gordas?Si esa era la situación en la que estaba Polay durante quince años, ¿por qué varía a último momento para trasladarlo a una prisión de características crueles? La prisión de la Base Naval, donde yo lo he visitado, era un pabellón muy decoroso, y cuando yo quería hablar con él salía al patio y conversaba conmigo. Ahora, ¿por qué se ha producido este endurecimiento? No tiene justificación. Además, quiero aprovechar para decir que soy partidario de una ley de amnistía e indulto para los hechos político-sociales o que tengan influencia político-social. Es evidente que el de Fujimori es un caso político-social; el caso de Antauro Humala, también. Siempre ha habido amnistías, esta es la primera vez que se arma un tole tole. El Perú se ha vuelto muy reaccionario, muy perseguidor, y los políticos, cuando gobiernan, no tienen otra palabra más que prisión.

Supongo que esa amnistía no sería para Abimael Guzmán ni para los cabecillas terroristas…En principio no, pero ahí serían los jueces los que decidirían si la conducta de Abimael ha sido político-social o no, y lo más probable es que no lo ha sido y que no quede comprendido dentro de la amnistía.

¿Y cómo queda el tema de la impunidad? Las personas que se han sentido afectadas por el accionar de Fujimori o de Antauro Humala podrían rechazar esa situación.Pues, con ese criterio, la Constitución del Perú no debería tener la amnistía. La amnistía es precisamente eso, perdonar, y considerar que el hecho no existió, y deja al margen las responsabilidades civiles; de tal manera que, si esas personas ven el tema desde el punto de vista del daño que pueden haber causado, las responsabilidades civiles subsisten.

¿Le parece a usted que Antauro tiene poder?Puede ser que los sectores más radicales y furibundos vean con simpatía su actitud. Yo creo que no está absolutamente huérfano de apoyo, hay un sector pequeño que lo apoya abiertamente y que cree que ese radicalismo, esa termocefalia es buena, es positiva, y que es una manera de llamar a su hermano a actuar radicalmente como prometió en la campaña electoral o como lo fue al inicio de su lucha desde Locumba.

¿Cree usted, como ha dicho Ulises Humala, que su hermano Ollanta llegó a la Presidencia gracias al trabajo previo que hizo Antauro?Es evidente. En el Perú hay un sector de un izquierdismo radical, y esos extremistas radicales, con el periódico que él escribía furibundamente, más sus actitudes personales, evidentemente que lo ayudaron, y un sector inmenso de ese grupo votó por él… Influyó porque el Perú no es un país conservador, es reaccionario; hay sectores radicales que quieren cambiar las cosas e instaurar un sistema democrático, con una Constitución democrática, con derechos humanos y, al mismo tiempo, que los expolíticos sociales no sean materia de persecución.

¿Ollanta Humala actuó correctamente al hacer un claro deslinde de su familia y de las acciones de su hermano?A mí me parece que se excede ahí porque es para reconciliarse con algunos señoritos de la derecha, y sacrifica al hermano, que es una persona con la que estuvo en toda la aventura desde que empezó, hace doce años. Yo creo que ha habido una mano de hierro excesiva en este caso, cuando realmente debió ser más prudente, evitar simplemente el contacto de este con la prensa y dejarlo en Chorrillos.

¿Nadine Heredia a la Presidencia de la República?Podría, porque la Constitución no lo prohíbe, lo prohíbe la ley. Si la ley se modifica, ella quedaría expedita para postular, y sería una postulante estimable porque se ha visto que es una revelación, demuestra ser una señora con calidad política, es una lideresa, pero si la ley esa no se deroga, su postulación sería absolutamente inconstitucional.

Entonces, usted estaría de acuerdo con la modificación de esa norma…Sí, claro, debe haber libertad absoluta para las postulaciones. Lo que no se debe permitir es la reelección, y no hay reelección si mi hijo, mi esposa o mi suegro postulan.

¿Cómo ve la actuación del gabinete, considerando que, a estas alturas, el ministro del Interior está a punto de ser interpelado y el canciller podría ir también por ese camino?Yo creo que, en el caso concreto de Roncagliolo, se le persigue injustamente, pero, lógicamente, el Parlamento tiene la libertad de llamar a un ministro para interpelarlo. Este gabinete, en general, es un gabinete oscuro, el más oscuro que ha tenido el Perú. Si tú me preguntas quién es el premier, tengo que pensarlo dos veces porque no se le ubica en su condición de líder, como debe ser un presidente del Consejo de Ministros.

¿Cuáles son sus reflexiones sobre el 20 años después?El daño que le ha causado al Perú el 5 de abril no tiene precedentes. Fue un hecho funesto porque destrozó la carta democrática de 1979, que era legítima y, al destrozarla, acabó con el bicameralismo. Y, aquí, todos son muy antifujimoristas, pero defienden la Carta del 93, que es la que impera, y nadie defiende que hay que restaurar el Senado. Para que esto sea verdaderamente una democracia, tiene que haber diputados y senadores. Yo no veo las ventajas jurídicas ni económicas que haya traído al Perú ese golpe nefasto.

¿Usted ve viable la reelección de Abugattás en la Mesa Directiva del Congreso?Abugattás ha sido un hombre que ha hablado con pasión, no ha sido un presidente convencional vestido de frac, que entraba con la marcha de bandera, sino que ha actuado beligerantemente y belicosamente, pero no es un mal individuo. No hay problema con él porque él no pretende reelegirse. Si me preguntas quién creo yo que debería ser el próximo presidente del Congreso, creo que Víctor Andrés García Belaunde. Me parece que es un hombre que tiene una vieja tradición política, es un hombre dinámico, es hijo y nieto de grandes próceres del Perú.

¿Y a él lo consideraría un presidente del oficialismo o de la oposición?No. Yo creo que debería haber una fórmula para que sea un presidente multipartidario.

¿La presidencia del Congreso debería estar siempre en manos del partido que gobierna o debería ser rotativa?Debería ser rotativa, sobre todo en esta etapa de monocameralismo que repudio. Es necesario que haya un control, que la presidencia del Congreso sea una cosa ecléctica entre la oposición y el Gobierno, para que pueda de-sempeñarse con imparcialidad y darle la razón a la oposición cuando la tiene y no dársela cuando no la tiene. No hay que buscar una mayordomía en la Presidencia del Congreso.

En el hay idas y venidas. ¿Cómo ve este caso?Honestamente, yo estoy al lado del Arzobispado de Lima. José de la Riva Agüero cedió su fortuna, que es la base patrimonial de la Universidad Católica, sujeto a la condición de que hubiera un binomio gobernando: el Arzobispado con el rector de la Universidad Católica. Eso es lo que se debería seguir aplicando con algunas modificaciones.

¿Es viable una salida que implique la modificación de sus estatutos y la eliminación de los juicios?La solución integral puede estar basada en lo que decimos. El rector y su equipo gobiernan la universidad con autonomía intelectual, pero la universidad tiene que tener, necesaria e imprescindiblemente, la opinión favorable del Arzobispado porque así se ha estatuido.

FRASE

- "Alan García es un hombre elocuente, es un buen orador, tiene el oficio presidencial y el oficio político, pero se ha apartado del Apra. Por eso es que solo sacamos cuatro escaños en el Parlamento. No hubo interés en él de que el Apra tuviera una mayor representación".