Ecuador continúa bajo el terror de grupos terroristas, otrora bandas criminales. Hasta el cierre de esta edición, el número de trabajadores de prisiones mantenidos como rehenes por criminales ascendía a 178. Así lo informó la agencia penitenciaria del país, el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad. Asimismo, se detalló que del total de rehenes, 158 son guardias de seguridad y 20 son funcionarios administrativos de los establecimientos penitenciarios en las ciudades sureñas Machala, Loja, Cuenca y Azogues, las céntricas Latacunga y Ambato y la norteña Esmeraldas.
Durante la madrugada de este jueves se unieron a la serie de motines las cárceles de Machala y Esmeraldas, lo que aumentó a siete las prisiones en esta situación respecto al miércoles.
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Estos motines son parte de la escalada de violencia protagonizada esta semana por las bandas del crimen organizado en Ecuador, que también incluyeron secuestros y atentados contra policías, vehículos incendiados, explosiones y el asalto armado a un canal de televisión en Guayaquil.
Mientras tanto, el terror en las calles ecuatorianas sigue. Un incendio fue provocado en una discoteca de la ciudad El Coca. Como resultado, dos personas fallecieron y nueve resultaron heridas. El siniestro fue calificado como un “ataque terrorista” por la Policía. Asimismo, en varias localidades se reportaron presuntos artefactos explosivos. En Guajaló, Quito, una llamada alertó a las autoridades ante una posible bomba. La Policía tuvo que realizar una detonación controlada sin provocar daños.
Perú en la mira
Tras el escándalo del armamento peruano utilizado por terroristas para realizar atentados en Ecuador, las malas sorpresas no dejan de llegar del país vecino. Ayer, la Policía ecuatoriana informó que detuvo a siete personas —tres de ellas extranjeras— e incautó explosivos artesanales de origen peruano. Los delincuentes serían parte de la temida banda Los Lobos.
La captura se dio en la noche del miércoles en la ciudad de Ibarra, tras una alerta recibida en el servicio integral de emergencias ECU 911, indicó la Policía.
Según la institución policial, los detenidos circulaban por la vía Urcuquí (provincia de Imbabura), en una camioneta custodiada por dos motocicletas, cuando fueron capturados por los policías, quienes constataron que transportaban dinamita.
“También se pudo evidenciar, a tres metros de distancia, dos cargas explosivas, la primera conformada por 13 cartuchos de explosivos de alto poder de origen peruano”, detalló la Policía.
EN QUITO
Mientras tanto, Quito tuvo un tímido despertar. La tradicional congestión de vehículos de un día laboral dio paso a imágenes típicas de un fin de semana, aunque es algo mayor que la registrada el miércoles, un día después de la jornada de terror.
Los locales comerciales han comenzado a abrir sus puertas, de a poco, a horas normales, mientras las televisiones reportaban a primera hora el trabajo de policías antiexplosivos en una de las principales estaciones de autobuses del centro.
Por su parte, ante los anuncios del Gobierno ecuatoriano, organizaciones internacionales y de derechos humanos se pronunciaron. Si bien condenaron los hechos delictivos en Ecuador, también mostraron preocupación ante vulneraciones de derechos humanos, aunque no especificaron si los de los delincuentes. La organización Human Rights Watch aseguró que “el decreto que aprobó el presidente carece de solidez jurídica y abre la puerta a graves abusos cometidos con impunidad”.
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