Foto: Reuters
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Hace unos días, el Ayuntamiento de Lviv llenó una plaza con cochecitos para bebés vacíos, 109 para ser exactos, el mismo número de niños que fueron asesinados en los , en su intento de invadir dicho país. La cifra a estos días aumentó a 121.

Según informaron autoridades ucranainas, se confirmó esta cifra de niños fallecidos, además de han registrado hasta 167 heridos, siendo la ciudad de Kiev la que más casos presenta: 61, seguido por Jarkov y Donetsk con 41 y 40 respectivamente.

Estos datos son provisionales, el número puede aumentar pues los bombardeos y ataques en suelo ucraniano continuan hasta la fecha. Por ejemplo, en Donetsk y Lugansk las hostilidades prosiguen activas.

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Es en estas dos regiones que, según lo denunciado por Ucrania, se ha registrado hasta 2 400 niños deportados, enviados de manera forzosa a ciudades rusas sin sus padres.

Según la embajada del país en EEUU, 2.389 niños ucranianos ha sido deportados de forma ilegal. “Esto no es ayudarles, esto es un secuestro”, denuncian.

Este lunes, se habían denunciado ya deportaciones forzosas desde la ciudad de Mariúpol, sitiada desde hace mucho tiempo por las fuerzas rusas.

“Según el Ayuntamiento de Mariúpol, miles de ucranianos están siendo capturados en Mariúpol y llevados a ‘campos de selección’ antes y alojarles en pueblos alejados de Rusia. Los Gulag han vuelto”, ha escrito la diputada ucraniana Inna Sovsun.

“Lo que los ocupantes están haciendo hoy lo ha visto la generación anterior, en horribles eventos de la Segunda Guerra Mundial cuando los nazis capturaron miles de personas a la fuerza. Es difícil imaginar que en el siglo XXI las personas sean deportadas a la fuerza a otro país”, ha dicho el alcalde de Mariúpol, Vadym Boichenko, en declaraciones a la CNN.

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