En una imagen cargada de simbolismo, el presidente electo de Francia, Francois Hollande, y el actual mandatario, Nicolas Sarkozy, se vieron por primera vez tras las elecciones presidenciales del domingo, y a los pies del Arco del Triunfo depositaron una corona de flores ante la tumba del soldado desconocido.
Posteriormente, un coro militar masculino entonó el himno nacional francés, La Marsellesa, mientras Hollande y Sarkozy lo escuchaban bajo el arco central del monumento en la plaza de L'Étoile de la capital gala.
La invitación, extendida por el mandatario francés a su sucesor, fue rechazada en su momento por el propio Sarkozy, quien evitó protagonizar una escena similar con el entonces presidente saliente, Jaques Chirac, en 2007.
Hollande, quien a lo largo de su carrera a la presidencia criticó las medidas de austeridad y la política fiscal europea impulsada por Alemania, asumirá su cargo oficialmente el próximo 15 de mayo.