El nigeriano Harrison Okene es el protagonista de un milagro en el océano Atlántico, ya que estuvo atrapado dos días y medio a 30 metros de profundidad, sumergido en frías aguas.
El barco en el que trabajaba como cocinero naufragó y sus otros 12 tripulantes murieron. Okene sobrevivió gracias a una gran burbuja de aire que se formó en su camarote.
Los buzos de la empresa DCN Diving ubicaron a Okene cuando exploraban con una cámara el navío sumergido. Una mano del sobreviviente apareció y tomó la del rescatista, quien pasó un gran susto porque pensó que había hallado un cadáver.
Cuando lo rescataron, Okene solo vestía calzoncillos y repetía un salmo que su esposa le envió por mensaje de texto, que algunos llaman la oración de salvación: "Por tu nombre, Señor, dame vida".
El hecho ocurrió en mayo pasado, pero el video del rescate recién ha sido difundido.