La planta de gas de la estadounidense Lubrizol, en Ruan, en el norte de Francia, presentó una fuga de gas que produjo una nube que asustó a miles de personas, a las que les provocó náuseas y dolores de cabeza.
El olor fétido se sintió en el norte de Francia, desde Normandía hasta París, y en el sudeste de Inglaterra, pasando el canal de la Mancha. Las autoridades francesas ya señalaron que el gas no es tóxico y no representa "riesgos para la salud", pese a los síntomas en los pobladores.
El gas mercaptano es un aditivo para lubricantes industriales y pintura. El producto también es utilizado para "perfumar" el gas de uso doméstico a fin de que sea posible detectar los escapes y evitar accidentes.
Los ministros franceses de Ecología y del Interior, Delphine Batho y Manuel Valls, respectivamente, ya confirmaron que durante la madrugada del lunes toda la actividad de la planta química de Ruan fue detenida por decisión de las autoridades locales.