Redacción PERÚ21

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La religiosa Antonia Pinho era conocida como la “monja radical” porque siempre se trasladaba en una motocicleta y recorría las calles más peligrosas de San Joao de Madeira (Aviero), en . A sus 61 años, y después de haber estudiado Medicina en España, Pinho llevaba el Evangelio a ancianos abandonados, drogadictos y pandilleros. Uno de ellos la atacó y la mató.

El asesinato, que ha conmocionado Portugal, se dio el pasado domingo cuando Antonia Pinho, que había ingresado a los 20 años en las Siervas de María, dijo que iba a misa pero no volvió más.

Según relata Correio da Manha, la religiosa fue encontrada sin vida esa misma tarde dentro de la casa de un hombre de 44 años, con antecedentes penales de tráfico de drogas, violación y secuestro.

Asfixiada y violada

Había sido violada y asfixiada hasta la muerte. El sospechoso, además, abusó sexualmente de ella una vez asesinada. Según las primeras investigaciones, sor Antonia llegó hasta la vivienda voluntariamente. El asesino había pasado 16 años en prisión por dos violaciones.

Dos días después, el hombre fue detenido y, tras un pequeño interrogatorio, admitió que estranguló y violó a Antonia.

Según relata El Mundo, en una entrevista con una revista local, la fallecida afirmó que siembre quiso ser monja “y así poder dedicarme a ayudar a los enfermos”, y en su tiempo libre intentaba atender a los otros desfavorecidos de la zona, dando igual la vocación religiosa o carácter de los mismos. “Si puedo contribuir al bienestar de otras, contenta estoy”.

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