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Casi un centenar de soldados del Ejército yemenita murieron hoy en Saná en un atentado suicida cometido por uno de sus integrantes, diez días después del inicio de una gran ofensiva contra los bastiones de Al Qaeda en el sur del país.
Al menos 96 militares perecieron en el ataque perpetrado por un suicida vestido como soldado, que detonó su carga explosiva en medio de un entrenamiento para un desfile. Hay casi 300 heridos, según un balance de siete hospitales a los que fueron transportadas las víctimas.
"El atentado lleva la firma de Al Qaeda", acusó un oficial de los servicios de seguridad responsable del sector, el coronel Abdel Hami al Bajach. Pero el ataque aún no ha sido reivindicado. La explosión fue tan potente que provocó un cráter en el asfalto.
El estallido tuvo lugar ante la tribuna destinada a las personalidades que mañana martes deben asistir al desfile por el 22º aniversario de la unificación entre el norte y el sur de Yemen.
El ministro de Defensa, Mohamed Naser Ahmed, y el jefe del Estado Mayor, el general Ahmed Ali al Achual, se encontraban en la tribuna en el momento de la explosión pero salieron ilesos, según las mismas fuentes militares.
