“2024, año récord en inversiones”

Un tema prioritario para el Perú es atraer inversión privada. Es la única forma de desarrollar la infraestructura y servicios que el país necesita, dinamizar la economía y reducir la pobreza. En tal sentido, hay dos excelentes noticias a destacar. Primero, la confianza empresarial alcanzó este primer trimestre su nivel más alto desde la pandemia. Importantísimo porque cuando hay confianza, hay inversión. Segundo, este año se adjudicarán proyectos por US$8 mil millones, entre Asociaciones Público Privadas y Proyectos en Activos. Como referencia, durante el gobierno de Castillo la inversión apenas arañó 0.26% de dicho monto (US$21 millones). Y a esta cifra récord se sumarán otros S/2 mil millones en Obras por Impuestos. Así como debe criticarse lo malo, es importante reconocer cuando las cosas se hacen bien. ¡Palmas para el magnífico trabajo que viene realizando ProInversión!

Las obras que se pondrán en marcha abarcan distintos rubros estratégicos: puertos, aeropuertos, red vial, saneamiento, turismo, telecomunicaciones, hidrocarburos, etcétera. Además de ser una necesaria inyección de capital que impulsará nuestra economía, estos proyectos crearán miles de puestos de trabajo descentralizados. Y ayudarán a cerrar brechas de infraestructura, volviéndonos más competitivos.

Concretamente para el turismo, el impacto será muy positivo. Entre las obras a ser adjudicadas está el tercer grupo de aeropuertos (Chinchero, Jaén, Jauja, Chimbote, entre otros), algo crucial para incrementar el tráfico aéreo y tener mayor volumen de turistas. Está también el teleférico de Choquequirao, indispensable para hacer despegar las visitas a nuestro “segundo Machu Picchu”. Asimismo, el Centro de Convenciones de Lima, que tras casi 10 años de “inaugurado” será puesto finalmente en valor, lo que permitirá insertar al Perú en el circuito de los grandes eventos internacionales.

Todos estos proyectos en conjunto contribuirán con un gran objetivo: la reactivación del turismo corporativo. Cada obra implicará el desplazamiento de numerosos funcionarios nacionales y extranjeros. Esto es relevante porque el segmento corporativo es el más rezagado. Son viajeros con un aporte económico superior (US$200 diarios) vs. el vacacionista local (S/100 diarios) o extranjero (US$100 diarios). Sin mencionar que no se limitan al viaje de trabajo, también acostumbran hacer pre o postours junto con sus familias.

Confiamos en que, como país, mantengamos esta línea, con seriedad y responsabilidad. ¡El Perú no necesita más populismo, necesita más inversión!

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