Aldo Mariátegui: Anatomía naranja

¿Cuál es la fuerza real del fujimorismo? Si desde hace un año revisamos las encuestas (Ipsos, Datum y GfK), la aprobación promedio de Keiko Fujimori se ubica –aproximadamente– en un 40%, con picos de 45% y pisos del 35%. Coincidentemente, más o menos lo que sacó en primera vuelta.

Y según un reciente estudio de GfK, enfocado exclusivamente en analizar al fujimorismo, existe un 10% de fujimoristas "duros" y un "20" de fujimoristas "blandos" (simpatizantes), frente a un 30% de antifujimoristas, los cuales bajan 11 puntos, desde el 41% registrado en el 2014 (ver), con un 40% de "indiferentes, que suben 9 puntos. Esa fuerte bajada en el "anti" y esa alza en los "neutrales" es un buen negocio para los "naranjas". Muy posiblemente ese descenso entre los "antis" es el desprestigio tremendo que han sufrido sus adalides políticos (Toledo, Humala, los Vargas Llosa, los caviares).

Otro dato halagador para los fujimoristas es que son de lejos el partido que más adherentes convoca (23% ahora, de 10% en el 2014), sobre el 10% de PPK, el 5% del FA y el decadente 3% del otrora poderoso Apra (antes 8%), aunque el partido político más poderoso del país es… "Ninguno" (49%). Los rechazos más pronunciados a los "naranjas" se encuentran en A/B y en el sur (más o menos un 70% en ambos, según Datum). También GfK detecta algo interesante: un 67% opina que el fujimorismo ha cambiado "algo" (36%) o "todo" (31%) respecto a sus inicios, posicionamiento que parece ser consecuencia del robustecimiento de Keiko frente a su padre en el liderazgo del partido (57% vs. 35%), una foto que era inversa en el 2014 (48% vs. 43%).