Los alcaldes, encabezados por el alcalde metropolitano, Rafael López Aliaga, participaron esta semana en un foro dirigido a discutir soluciones para la movilidad urbana. (Foto: Jorge Cerdan/El Comercio).
Los alcaldes, encabezados por el alcalde metropolitano, Rafael López Aliaga, participaron esta semana en un foro dirigido a discutir soluciones para la movilidad urbana. (Foto: Jorge Cerdan/El Comercio).

Los alcaldes de los distritos de San Borja, San Juan de Lurigancho y La Molina junto a las alcaldesas de Surquillo y Pueblo Libre, encabezados por el alcalde metropolitano, Rafael López Aliaga, participaron esta semana en un foro dirigido a discutir soluciones para la movilidad urbana. También participaron María Jara (presidenta de la ATU), representantes del Ministerio de Transportes y de la municipalidad provincial de Trujillo, así como especialistas del Banco Mundial, la cooperación alemana - GIZ, la cooperación sueca, World Resources Institute y Lima Cómo Vamos.

Salvo la mención a un túnel pensado para vehículos particulares, las ideas comentadas cumplían con los requisitos necesarios para beneficiar a la comunidad en general. Es decir, que sean propuestas que brinden seguridad vial y bienestar, que sean eficientes para aliviar el tiempo que pasamos en tránsito independientemente del medio de transporte y priorizando los medios más ecológicos y vulnerables (como la caminata y la bicicleta). También deben ser soluciones sostenibles impulsando a los medios masivos –como las distintas formas de transporte público– y aquellos cuya energía sea la menos contaminante. Y, por supuesto, que vengan con una conciencia de equidad, es decir, que beneficien a quienes menos tienen y para quienes trasladarse resulta muy complicado.

El corazón de este foro fue trasladarles a los alcaldes y sus equipos municipales la importancia de ofrecer alternativas a la movilidad urbana que resuelvan los problemas cotidianos desde un enfoque humano. Por ello, se habló de zonas de tráfico calmado, de semaforización inteligente e integral, de reducción de velocidad para disminuir las fatalidades producidas por siniestros viales, de mejoras del diseño orientado a atender las necesidades de los distintos tipos de usuarios. Se discutió sobre cómo las ciclovías retornan la inversión hecha en un ratio de 1 a 19 y cómo los espacios públicos diseñados para las personas incrementan nuestra calidad de vida.

Los alcaldes, alcaldesas y sus funcionarios se veían entusiasmados y espero que también se hayan ido inspirados. Que se lleven el conocimiento de que sí está en su poder el implementar proyectos urbanos para mejorar la movilidad y que, al hacerlo, dejarán un legado importante en su comunidad. Si de verdad las nuevas autoridades incorporan estos enfoques y el porqué de la necesidad, sus vecinos lo agradecerán. Está en sus manos, alcaldes y alcaldesas; está en sus manos.