Atropellos de peatones, ciclistas arrollados y choques entre vehículos dejan a más familias en luto, señala la columnista.
Atropellos de peatones, ciclistas arrollados y choques entre vehículos dejan a más familias en luto, señala la columnista.

Sigue muriendo gente. No solo en las protestas en las que nos matan con indiferencia, sino también en las pistas, como siempre. Atropellos de peatones, ciclistas arrollados y choques entre vehículos dejan a más familias en luto. Esto pasa desde siempre y, así como ahora parece que la gente se está acostumbrando al asesinato a punta de balas y a las detenciones arbitrarias, hace mucho que se acostumbró a que los muertos en las pistas son solo efectos colaterales de la vida urbana. Y no es así.

Basta con escuchar las noticias para enterarnos de algún siniestro vial que se ha cobrado la vida y la salud de alguien. Pero lo que no vemos en las noticias nunca es que el Estado acepte su responsabilidad sobre estas tragedias. Es común que, en los grupos de vecinos, estos se compartan avisos de los siniestros viales ocurridos en sus barrios, advirtiéndose entre sí, pidiendo que tengan cuidado, hartándose de que siga habiendo víctimas y, estoy segura, cruzando los dedos por no ser los siguientes. Son muchas las políticas públicas que deberían impulsar para lograr pistas, vehículos y conductores más seguros pero los esfuerzos que existen no son suficientes. Desde estrategias de tráfico calmado a sistemas de transporte público más eficientes, desde intersecciones más seguras hasta ciclovías segregadas, desde reducción de la velocidad hasta semaforización adecuada… hay mucho por hacer y aún más vidas que salvar.

La próxima semana, los alcaldes de Lima se reúnen en el Foro por la Movilidad Segura, Eficiente, Sostenible y Equitativa, organizado por Lima Cómo Vamos y el World Resources Institute (WRI) para promover un espacio de conexión entre especialistas y autoridades buscando activar una colaboración más estrecha. Se discutirá sobre la situación de Lima, su potencial en materia de movilidad urbana, se revisarán las tendencias globales y se buscará invitar a pensar en la oportunidad que tiene la capital para, a través de un sistema de movilidad integrado y humano, pueda convertirse en una ciudad más saludable, incluyente, limpia y promotora del desarrollo económico de quienes la habitan. El Foro cuenta con el apoyo del Banco Mundial, la cooperación alemana para el desarrollo, la cooperación Suiza – SECO, implementadas por la GIZ, a través del proyecto Ciudades en Movimiento – CIMO, y la Municipalidad Metropolitana de Lima.

La urgencia de atender los problemas de movilidad en la capital y en el país es tan grande que se requiere una gran convicción y voluntad política para lograr la transformación. Pero, aunque la tarea se sienta monumental y difícil, no deja de ser un objetivo posible. Por supuesto, necesitamos de todos para lograrlo, pues es un esfuerzo político, técnico y ciudadano, pero con las medidas adecuadas y los objetivos claros podremos hacerlo realidad. Así, las muertes inútiles dejarán de ocurrir y las familias dejarán de llorar.