Joe Biden caminando de la mano con Dina Boluarte (Foto: Cancillería)
Joe Biden caminando de la mano con Dina Boluarte (Foto: Cancillería)

No es la primera vez que lo resaltamos, pero está claro que el Gobierno prefiere insistir en el error antes que atender las críticas razonables. Una cerrazón incomprensible porque en esa necedad está en juego el destino del país.

La presidenta Dina Boluarte emprendió un nuevo viaje al extranjero para realizar, supuestamente, actividades de enorme trascendencia para el Perú, pero ya con su boleto de regreso en la mano, la opinión pública constató que tanto el premier como la Cancillería faltaron a la verdad, por ejemplo, al declarar que se había pactado una reunión con el presidente Joseph Biden en la Casa Blanca

Es cierto que Dina Boluarte se ha reunido con los presidentes de Chile y Uruguay, pero estos han sido encuentros protocolares, sin mayor repercusión para lo que el país necesita en estos momentos. Lo de su anunciada cita con Biden ha resultado ser otro fiasco mayor, producto de la casi nula capacidad de reacción y convocatoria que se observa en ella.

Torre Tagle, por prestarse a este infantil juego de justificar discutibles decisiones –en este caso, viajeras— del oficialismo le debe más de una explicación al país. La ministra de ., Ana Gervasi, ha hecho un ridículo público al respaldar a la ligera las explicaciones de Boluarte y Alberto Otárola para justificar un viaje que no tenía ningún sentido práctico.

Papelón pues, tanto para la Cancillería como para la Presidencia de la República. La ministra Gervasi, en calidad de cómplice de esta ‘mentirijilla’, como diría Cervantes, debería, por lo menos, dar un paso al costado. Porque de cónclaves bilaterales entre autoridades de alto nivel o encuentros fructíferos con Jefes de Estado no hubo nada.

Las mentiras con patas cortas –el trasfondo de este periplo iba a salir a la luz tarde o temprano– resultan más absurdas si nos atenemos a las circunstancias que vive actualmente el país. No insistiremos en la agenda que le espera en Palacio, Perú21 ha informado ya sobre el tema en repetidas oportunidades, sin que la economía, las denuncias sobre irregularidades en la conducta del premier o los temas de seguridad ciudadana sean atendidos con la seriedad que se requiere.

Las dudosas declaraciones oficiales para justificar el viaje presidencial demuestran tristemente que ese es, a todas luces, el signo de este Gobierno: la improvisación.