En Perú21 decidimos traerles hoy una portada distinta. Es una invitación a reflexionar en una fecha que, en la mayor parte del mundo, es de celebración del amor y la amistad. Llamamos la atención sobre hechos que más bien no son expresiones de amor y son nuestras preocupaciones en la diaria cobertura.
Pocas veces se habla en los medios de comunicación de una forma seria acerca del amor, como si este fuera un sentimiento reservado a las secciones de farándula o de variedades. Pero en nombre de un mal llamado amor, cuántas tragedias nos han marcado a lo largo de la historia, como también en nombre del amor y la felicidad cuántas obras, proyectos y emprendimientos han logrado éxito y reconocimiento por su aporte al bienestar de la sociedad.
El amor puede movilizarnos de una manera constructiva, y es objeto de análisis y reflexiones por filósofos y psicoanalistas. En nombre de él, queremos llamar la atención sobre aquellos aspectos en los que la sociedad peruana aún tiene mucho que asumir y trabajar.
#amorNoes violentar física ni psicológicamente a las mujeres, agredirlas o humillarlas, violarlas o matarlas, vulnerar su derecho a la educación y a decidir con autonomía, y a ser, sobre todo, reconocidas como individuos únicos pero diferentes y capaces de escribir su propia historia.
Tampoco es apañar la corrupción, privilegiar el interés personal al bien común con malas artes, pagar coimas o recibirlas, alentar el juego sucio y el abuso de poder.
#amorNoes discriminar a quien no comparte nuestras creencias religiosas, estatus económico, orientación sexual o raza. La marginación por lengua, etnia, género, capacidades, edad no ayuda a avanzar en el camino al desarrollo.
No es alentar o consentir el autoritarismo ni apoyar regímenes dictatoriales que concentran el poder en una minoría sin control ni límites.
#amorNoes ser indolente ante el caído en desgracia y que clama por solidaridad.
Una mejor sociedad se construye sobre la base de la libertad, la igualdad, el respeto, la tolerancia y el amor.