Piden a PPK que no se aferre a ministros "que no suman"
Piden a PPK que no se aferre a ministros "que no suman"

Durante las últimas semanas, los pedidos de distintos políticos y analistas por una renovación del gabinete Zavala han ido en aumento, y pareciera que están a punto de ser atendidos. Se han barajado nombres en algunos medios y se han sugerido razones para ciertas carteras. Dicho esto, pareciera que algunos cambios son inminentes.

Como todo en la vida, de hacerse cambios, creo que los mismos deberían estar estructurados a través de una estrategia integral, no simplemente una cartera aquí y allá.

Para empezar, se debe tomar en cuenta el contexto general: la popularidad del mandatario (la variable clave en un ambiente de precariedad institucional) ha caído desde un 65% en setiembre de 2016 al 22% actual, según la última encuesta de Datum. No es que se deba gobernar al tambor de la opinión pública, pero tampoco se puede gobernar de espaldas a ella. Sin entrar a los detalles, algo no está funcionando.

Con 22% de aprobación, y siguiendo la tendencia, al presidente Kuczynski no le conviene jugar a la defensiva; manejarse en el statu quo solo ahondará la debacle. Es necesario, para revertir este desencanto general, ser audaz, y ello significa –para un país como el nuestro– apostar por reformas que, aunque antipáticas en el corto plazo, sean importantes en el largo plazo. Me dirán que no tienen las espaldas para hacerlas, pero creo que si las mismas son positivas, pues pueden buscar apoyo en el Legislativo: ellos sí tienen los músculos para hacerlas.

Entonces, sumando ambas premisas, los cambios ministeriales deberían estar alineados a una política de reformas, y mientras más agresivas, mejor. Jugarse, como se dice, el todo por el todo. Pocos peruanos pueden estar a favor de mantener, por ejemplo, nuestro Poder Judicial como está, o nuestra política tributaria o laboral, ya no digo nuestros servicios de salud y educación. Un paquete integral de leyes anticorrupción, o contra la inseguridad, no será rechazado por nadie. Es decir, espacios hay, músculos existen. Que el gabinete se articule entonces a partir de reformas, más que de nombres.