-Pasa y pasa el tiempo (¡desde el 9 de enero de 2020!) y hasta ahora el fiscal Roberto Carlos Rojas Matos, del Control Interno del MP, sospechosamente no resuelve la ya viejísima queja del exmagistrado TC Sardón contra los fiscales Vela y Pérez, a los que acusó fundadamente de jugar descaradamente en pared con el IDL para intentar defenestrarle. Ya parece evidente el interés de que este caso prescriba. ¿Tanto miedo le tiene Rojas Matos a Gorriti? Y, hablando de Gorriti, toda esa historia de que tiene un insoportable ego descomunal se confirma con esas recientes declaraciones suyas, en las que afirma -sin pestañear- que contra él se ha desatado la campaña de descrédito “más larga que haya visto en el mundo” y que “no he visto una campaña (en su contra) en que tantos recursos hayan sido destinados”! ¡Che Gorriti, es que ni en Argentina se encuentra otro igual a ti! ¡Sos el periodista de investigación “mais grande do mundo”! ¡Sos bárbaro, inigualable!

-Qué bueno que se eliminó esa tontera feministoide de la alternancia sexual en las planchas presidenciales y listas congresales regionales y ediles, una demagogia que se acaba de rechazar también en Uruguay y que ni al mismo Pedro Sánchez se le ha ocurrido implantar en España. ¡Por esa norma tenemos a Dina de presidente!

-Como bien sostiene el ilustre Domingo García Belaunde, urge que el Congreso modifique el Código Procesal Constitucional para que definitivamente el Poder Judicial no meta las narices en las potestades del Legislativo con la “amparitis”.

-Tal como le aconsejé en su momento desde esta columna a la entonces todopoderosa Nadine Heredia (y no me hizo caso), Dina Boluarte debería mejorar sustantivamente las instalaciones de los penales de Santa Mónica y Barbadillo, porque todo indica que va a pasar una larga temporada allí. ¡Mínimo su cuarto todo pintadito y limpito, agua caliente, cama queen-size, microondas, refrigerador, TV a color, Internet, Netflix, laptop y otras comodidades!