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Redacción PERÚ21

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Adolfo Guevara,Opina.21aguevara@peru21.com

Llamado higiene de manos, se le atribuye al Dr. Ignacio Felipe Semelwais quien, en octubre de 1846, al notar la alta mortandad de mujeres en labores de parto, las que eran atendidas por médicos que trabajaban en la morgue, dispuso un lavatorio para un correcto aseo de manos, obligatorio para los galenos que salían de trabajar, medida que mereció críticas y por la que fue despedido. Parece mentira que algo básico y sencillo sea tan efectivo. Incluso el 2002, el Control of Disease Center elaboró una guía clínica al respecto. En 2005, la Organización Mundial de la Salud también hizo otra guía que detalla los 5 momentos en los que necesariamente debe efectuarse la higiene de manos: antes de tocar a un paciente, pues cada ser humano tiene sus propios gérmenes; luego de examinar a una persona; antes de hacer un procedimiento aséptico; después del riesgo de exposición a fluidos, y luego de contactar con el entorno del paciente. Hay diversas formas hacerlo; el agua y jabón es muy efectivo. Se puede usar antisépticos y el lavado alcohólico (este no necesita toalla ya que el alcohol se evapora).