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Redacción PERÚ21

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Juan José Garrido,La opinión del directordirector@peru21.com

Sin embargo, sería importante que sus miembros y el público en general aprovechen los errores cometidos en otras comisiones para que esta pueda cumplir su función a cabalidad.

Lo primero es no caer en el error del figuretismo. Las declaraciones del congresista Díaz Dios, si bien no constituyen un adelanto de opinión que implique un giro en la percepción del caso, lo cierto es que sería aconsejable mantenerse en estricto mutismo a fin de no crear excusas y espacios de crítica innecesaria.

Lo segundo será cumplir con todo el protocolo establecido por las normas legislativas y el debido proceso. Los casos del excongresista Diez Canseco y el exmandatario García Pérez sugieren que cualquier brecha será utilizada para estropear judicialmente el caso.

En tercer lugar, la comisión tiene que mantener –así no quiera– los ojos y la mente abierta. Este no es un caso de exclusiva corrupción policial, como ha sostenido el mandatario Ollanta Humala (y que sus medios adictos aprovechan para oscurecer con un manto de confusión), pero tampoco es una extensión que involucra solo al nacionalismo. El congresista Díaz Dios y la comisión deberán prepararse para lidiar con una realidad –como los indicios apuntan– multipartidaria. Es muy probable que este caso junte a perro, gato y pericote. ¿Tendrán la suficiente fortaleza e independencia los miembros frente a sus partidos? Esperemos que sí.

Por último, no hay que perder de vista el sentido de oportunidad: han pasado ya casi seis meses desde que la periodista Cecilia Valenzuela diera a conocer el caso. Cada día las pruebas y testimonios serán más difíciles de recoger y corroborar.