No perdamos el vuelo
No perdamos el vuelo

La construcción del aeropuerto internacional de Chinchero experimenta un retraso en el calendario, debido a diferencias de carácter financiero, pues la empresa contratista exige que los costos se actualicen, lo cual implica un monto adicional de 200 millones de soles a los 2,800 millones inicialmente planteados.

Este impasse ha dado lugar incluso a rumores y declaraciones erráticas sobre una eventual resolución del contrato con el consorcio, que solo han vuelto a enrarecer el ambiente alrededor del tema, sobre el que ya se han agotado controversias y polémicas.

El Ministerio de Transportes y Comunicaciones ha tomado, por ello, cartas en el asunto y ha citado a los representantes de la empresa para solucionar los temas pendientes del aeropuerto, cuyo un plazo original de entrega era 2025, pero ahora se calcula que recién estaría listo en 2027.

“El MTC está agotando todas las acciones correspondientes a fin de que la construcción de este proyecto continúe a cargo del consorcio. El gobierno central y el MTC ratifican su compromiso de culminar la ejecución del proyecto, velando siempre por los intereses y recursos del Estado, sobre todo en esta obra que beneficiará a millones de pasajeros nacionales e internacionales”, se indica en un comunicado oficial.

Si bien las demoras se deben mayormente a temas financieros, que no son poca cosa, debe recordarse que este terminal aéreo es clave para el desarrollo del turismo y la integración –en vuelos directos– entre la zona sur del Perú y otras ciudades del continente. Y vaya que se necesita un nuevo despegue en ese rubro, que no atraviesa, precisamente, su mejor momento.

El proyecto ha sufrido distintos avatares desde sus inicios, que llegaron incluso, en determinado momento, a postergarlo definitivamente, pero el sentido de la realidad pudo más y finalmente se retomó. Justamente hoy se realizará una reunión con la empresa encargada de la ejecución de la obra, el Consorcio Natividad Chinchero (con la asesoría técnica de Corea del Sur, acordado bajo la modalidad Gobierno a Gobierno).

Los trabajos están demasiado avanzados como para volver a discusiones estériles fuera de aquellas que se relacionen con medidas que aceleren el paso de la obra.

Así, se espera una voluntad real y decidida del Ejecutivo para destrabar estos inconvenientes y darle impulso al proyecto, que los ciudadanos de la región cusqueña esperan hace más de 20 años.