La Niña agrega su cuota y esta beneficia a la sierra sur y central, señala el columnista.
La Niña agrega su cuota y esta beneficia a la sierra sur y central, señala el columnista.

Como es conocido, nuestra estación lluviosa se centra en el verano. Sin embargo, las lluvias suelen manifestarse antes y después del verano, además. Para que se establezca la temporada de lluvias deben darse ciertas condiciones sobre Sudamérica.

En primer lugar la llegada del verano pone al sol sobre el hemisferio sur y la mayor radiación que llega al suelo energiza el proceso que elevará la humedad del ambiente hacia la atmósfera, produciendo las tormentas que caracterizan nuestra estación lluviosa propia de la zona tropical que ocupamos.

Luego los vientos. Se requieren dos condiciones: la más importante es que sobre Sudamérica y a mayor altitud que los Andes, un patrón casi permanente de circulación del aire –a modo de remolino– se forme sobre Bolivia y con giro antihorarío. Es la Alta Boliviana y su función es trasladar la humedad de la Amazonía por sobre cada uno de los ramales de los Andes depositándola en los valles interandinos. Esa condición ya se estableció y por ello afirmamos que llegó la estación de lluvias. La Alta tiene matices y ello afecta – como la circulación a más baja altura – que llueva en la selva y sierra o parte de esta última.

La Niña agrega su cuota y esta beneficia a la sierra sur y central.